Yolanda Martínez Urbina es impulsora desde Fuentelespino de Haro la Red de Pueblos Proactivos, una asociación que pretende revitalizar la comarca con iniciativas que puedan favorecer la repoblación de los municipios conquenses. En esta entrevista explica cómo surgió esta asociación y cuáles son sus primeras metas.
¿Cómo comenzó todo?
Trabajé en un proyecto de nueva ruralidad que se desarrollaba en Soria, en El Hueco, una organización que hace frente a la despoblación y que analizaba ideas que se podían ejecutar en pueblos y conseguir revitalizarlos. Coordiné un prototipo de empleo y emprendimiento y a raíz de aquello en la comarca de La Jara (Toledo) puse en marcha una asociación de participación ciudadana para revitalizar la zona. Muchas veces lo primero que hay que hacer es espabilar a la gente para que quiera tomar la iniciativa. La fundamos el 31 de marzo de 2019, el día de la manifestación de la España Vaciada y aunque el último año ha sido bastante raro, sí que se han conseguido algunos logros. Se ha adquirido, por ejemplo, una conciencia de comarca despoblada que antes no existía.
Y ahora toca trabajar en Cuenca.
Me he metido a crear esta red en Cuenca para replicar ese mismo modelo con una serie de pueblos, vincularlo también con mi tierra y otras zonas despobladas de Castilla-La Mancha y, con el apoyo de algún programa de empleo y emprendimiento, con otros territorios de Europa.
La red ha comenzado a extenderse desde Fuentelespino de Haro. ¿Cuál es el motivo?
Mi madre está en la residencia de Fuentelespino de Haro. Estaba en Madrid, pero a raíz de la pandemia vinimos aquí. Yo teletrabajo unos días desde Fuentelespino y otros voy a Madrid.
Un ejemplo de que la pandemia nos ha hecho mirar a los pueblos de otra forma, de que los veamos como lugares más seguros.
La verdad es que sí, para las personas mayores una residencia en un pueblo pequeñito y con una atención estupenda, que nada tiene que ver con residencias grandes, es uno de los mejores sitios en los que puede estar. Mi madre tiene noventa años y yo la veo mejor ahora que cuando entró. El tema sociosanitario es también una oportunidad para el desarrollo de los pueblos.
Comentaba que esta iniciativa nace el día de la Revuelta de la España Vaciada. ¿Sigue en auge ese movimiento contra la despoblación o la pandemia lo ha frenado?
Sigue en auge, hay mucha gente trabajando en pueblos pequeños y más asociaciones de las que pensamos y yo creo que se pueden conseguir cambios para que haya una España rural más próspera. Yo he participado en unas mesas de trabajo con las diferentes plataformas que hay a nivel nacional. A mí el término España Vaciada no me gusta, la verdad, pero como esto me motiva he querido participar y en estas reuniones se proponen proyectos a nivel nacional. Concretamente, yo he estado en una mesa de trabajo de motores de desarrollo de la que ya ha salido un documento que se ha presentado al Gobierno de España para que pueda desarrollar políticas que permitan desarrollar esos proyectos.
“Queremos que sean las personas de los pueblos quienes se involucren”
El propio nombre de la asociación invita a dar un paso. ¿Esa es su filosofía?
Hay que tomar la iniciativa. Cuando creé Impulso La Jara ya intenté que fuera una asociación proactiva que involucrara realmente al territorio. La base de la asociación es la innovación social y la cooperación de los pueblos y de los diferentes agentes que hay, tanto públicos como privados, para empujar todos hacia el mismo objetivo. Queremos dinamizar los municipios para que sean sus personas las que se involucren y tomen de la iniciativa y tirar del territorio. Está claro que hay políticas que favorecen, como las bonificaciones fiscales para zonas despobladas o una buena política de vivienda y servicios; pero hay una pata importante, las personas que están en el pueblo o deciden irse allí. De esto trata la asociación
La web explica que uno de los objetivos de la red es “recibir a los emprendedores, empresas y trabajadores facilitándoles su integración y adaptación a la vida del pueblo”. Esto es algo así como promover que puedan ir al bar del pueblo con los vecinos, ¿no es así?
He vivido la experiencia de llegar a un pueblo nuevo en Fuentelespino de Haro. Tienes que adaptarte y aquí en Fuentelespino he tenido mucha suerte, porque hay muy buena gente. El repoblador tiene que integrarse y eso es una labor de todos, del que llega y de los que están, que le tienen que dar una buena acogida. Creo que eso hay que trabajarlo en los pueblos que quieran atraer repobladores.
“Los ayuntamientos deben apoyar proyectos de desarrollo que tengan una estrategia comarcal”
Sin embargo, las ayudas de los ayuntamientos también son importantes. ¿Qué se puede hacer?
Los ayuntamientos pueden tomar medidas como ayudas a la natalidad. Abrir un colegio es un servicio más. En Fuentelespino de Haro, por ejemplo, Benjamín Prieto ha reabierto el colegio. También se puede favorecer la vivienda. Hay pueblos con viviendas que son del ayuntamiento y se pueden ofrecer a bajo coste personas que quieran emprender o a jóvenes que quieran iniciar su vida. Y también que se involucren en proyectos que favorezcan el desarrollo de su pueblo. En Fuentelespino Benjamín ha puesto en marcha varios proyectos como el Complejo del Cerrete o el museo (del condestable Miguel Lucas de Iranzo), que sirve para preservar la historia y cohesionar al pueblo y es una herramienta de desarrollo turístico. Los ayuntamientos deben apoyar proyectos de desarrollo que tengan una estrategia que sea comarcal y esté alineada con lo que planifican los pueblos cercanos. Creo que eso falta muchas veces, el diálogo entre ayuntamientos próximos, a veces cada pueblo va por libre. Puede plantearse una agrupación bajo una misma marca, como estamos proponiendo aquí con Tierra de Girasol. Es algo como las mancomunidades para ofrecer determinados servicios, pero para proyectos que tengan que ver con el desarrollo.
¿Esa no es la labor de los Grupos de Acción Local? ¿Han perdido fuerza?
Sí que siguen haciendo labor y son un aliado en el territorio, los Grupos de Acción Local tienen esa fuerza de que los proyectos deben estar bien realizados administrativamente para que no haya ningún problema para conseguir fondos europeos.
¿En qué se diferenciaría la Red de Pueblos Proactivos de un Grupo de Acción Local?
He hablado, por ejemplo, con Adesiman y les he propuesto que podríamos participar con ellos en algún proyecto, como un Lab Rural para emprendedores y que nosotros pudiéramos ejecutar proyectos que tuvieran que ver con el impulso del empleo y del emprendimiento. No hacemos lo que ellos, podemos complementar la gran labor que hacen ellos.
Hay mucha esperanza en los fondos europeos para paliar la crisis del coronavirus, pero habrá que usarlos con cabeza.
Efectivamente. Supongo que los ayuntamientos habrán hablado entre ellos para ver qué puede hacer cada uno en su municipio que complemente a la comarca, porque de nada sirve tener recursos duplicados. En un radio de 20 kilómetros se pueden tener recursos compartidos y así se puede llegar a más proyectos que den servicios a la comarca.
“El teletrabajo es una oportunidad y hay que ir sumando oportunidades”
La red apuesta mucho por el teletrabajo. ¿Habría que dar un paso firme para que haya buena conexión a Internet en los pueblos?
El teletrabajo es una oportunidad y hay que ir sumando oportunidades. Para eso hacen falta espacios y conectividad, sobre todo la conectividad. La mayoría de los pueblos están en un proyecto de Telefónica que se lanzó para que todos tengan fibra, pero todavía falta un poquito para que esté en el 100% de los pueblos. Mientras tanto está la opción de utilizar el satélite. Yo, por ejemplo, cuando llegué a Fuentelespino de Haro, el Ayuntamiento me ofreció un espacio, que es la sala donde he registrado la asociación, y luego otro para consultar, porque no tenía Internet. Después he conseguido una línea telefónica con datos ilimitados y con eso estoy funcionando perfectamente.
En la actualidad forman parte de la red cuatro ayuntamientos – Villarejo Fuentes, Uclés, Carrascosa de Haro y Fuentelespino-, la asociación Eslabón y la Confederación de Empresarios de Cuenca. ¿Con quién más mantienen contacto?
Esto se está poniendo en marcha a ritmo forzado. He contactado con la Denominación de Origen de Uclés, con varias empresas locales y con asociaciones de los pueblos. Al final, cuando involucras al tejido empresarial y asociativo, estás involucrando a toda la población. La red no viene a quitar espacio a estas asociaciones, sino a unirlas en un mismo objetivo.
¿En qué proyectos están trabajando?
Nuestra primera acción será los días 30 y 31 de mayo, el I Foro de Revitalización Rural Tierra del Girasol, y entra dentro de la ‘Green Week’ de la Unión Europea. Será en Fuentelespino de Haro y en los otros pueblos conquenses de la red. Somos afortunados porque en Castilla-La Mancha se han propuesto tres proyectos de este tipo: uno en Cuenca, otro en Ciudad Real y el de Fuentelespino de Haro. Vamos a hablar de temas como los destinos turísticos sostenibles, que es una de las posibilidades que tiene el territorio; también de agricultura sostenible, enfocada al desarrollo de la estrategia “de la granja a la mesa” que entra dentro del Pacto Verde Europeo. Vamos a dar también unos premios a iniciativas positivas de empresas y emprendedores y a hacer una dinamización con jóvenes y mujeres del territorio para que sean los protagonistas de la revitalización del territorio. En el Día de Castilla-La Mancha vamos a poner el foco de esta celebración en una zona despoblada de Cuenca. Esa descentralización es muy importante. Lo vamos a celebrar en un pueblo pequeñito y con algo proactivo y que va a servir para revitalizar el territorio.
Por otro lado, la red va ayudar en el programa ‘Caminos de Agua’ de la asociación Eslabón. ¿En qué consiste?
Se trata de un programa que utiliza la vía de los ríos que hay en el territorio para poner en valor cada uno de los pueblos. Lo que hace es resaltar el patrimonio de los lugares por los que transcurren estos ríos, está muy sintonía con lo que hace nuestro proyecto, son un aliado ideal.
¿Y qué tal con CEOE-Cepyme?
Sí que hubo buena sintonía, además ellos están desarrollando un proyecto llamado Invierte Cuenca, que quiere dar visibilidad a los diferentes recursos que hay en cada pueblo para ofrecerlos como un escaparate de oportunidades con el que atraer inversores. Tiene también un servicio de apoyo a emprendedores que a nosotros nos va a ofrecer ayuda para que los proyectos de nuestros pueblos pudieran disfrutar algunos días al mes de ese asesoramiento.
Esta entrevista se hizo justo en la semana en que se ha conocido que Cuenca ha perdido ochocientos habitantes. ¿Eso desanima o es un incentivo para seguir?
Yo es que soy muy positiva. Es una noticia negativa, pero tiene que servir de estímulo, de reto para que esa tendencia acabe, para que en la siguiente estadística no hayamos perdido nada.