El rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Julián Garde, ha hecho balance de su primer medio año de mandato, marcado en especialmente en el último cuatrimestre por múltiples factores exógenos, desde el temporal Filomena hasta los propios positivos por Covid-19 que él ha sufrido.
Durante su intervención en un desayuno informativo con los medios de comunicación, Garde ha subrayado el apoyo de la UCLM para que el Centro de Estudios Penitenciarios venga a Cuenca. En este campus se va a dar formación mientras llegan las instalaciones y se aprovechará la puesta en marcha de este centro para vincularlo a la actividad investigadora y crear un observatorio de referencia en la política penitenciaria europea.
“Nosotros apoyamos el centro de estudios penitenciarios desde sus inicios y a diferencia de otras ciudades, lo hicimos en silencio”, apunta el mandatario universitario, que también indica que existe la posibilidad de concurrir junto al Centro de Estudios Penitenciarios a convocatorias de proyectos europeos.
A pesar de las dificultades, Garde ha destacado una serie de logros que sí se han podido conseguir pese a las adversidades. El primero de ellos, el restablecimiento de las relaciones institucionales con las administraciones públicas y con las empresas de la región. “Creemos que la imagen de la universidad tiene que ser conocida por nuestro entorno”, afirma el rector, que señala que estos contactos han servido para empezar a desarrollar dos cátedras que ahora mismo están en fase de acreditación, una de economía circular, financiada por la Consejería de Medio Ambiente y otra de cultura y desarrollo rural, financiada por Eurocaja.
Otro logro que ha destacado Garde es la constitución de una comisión de ética en Ciencias Sociales; la convocatoria de las ofertas de empleo público para la renovación de las plantillas universitarias y la puesta en marcha del programa UCLM Rural para que los estudiantes realicen prácticas en los pueblos, que tiene como objetivo “aportar algo en la lucha contra la despoblación y que ha registrado más de 115 inscripciones en su primera edición.
Los primeros estudiantes llegarán a sus destinos el próximo 1 de julio y Cuenca ha sido una de las provincias en las que ha tenido más éxito este programa, en el que ha habido algunos que se han quedado sin plaza, “lo que supone una decepción moderada”, pero espera que en el próximo curso se pueda llegar a más gente y, además, apunta, que en breve se va a poner en marcha una convocatoria similar a nivel nacional.
Otras medidas
El rector ha desgranado otras medidas que se han puesto en marcha a lo largo de este año y que se irán concretando. Por ejemplo, una de las grandes preocupaciones “es que nadie se quede sin estudiar y se está trabajando con el Gobierno regional para incrementar la cantidad de ayudas especiales que la universidad destina para familias que tienen problemas para abordar económicamente los estudios”.
También está diseñándose el nuevo contrato-programa de financiación que esperan cerrar con el Gobierno de Castilla-La Mancha, si es posible, antes de que termine el verano. El acuerdo será por cinco años en lugar de cuatro, como era costumbre.
Desde el punto de vista sanitario, Garde ha destacado que en todo el semestre “no ha habido ningún brote en las aulas” y la incidencia en las aulas ha sido inferior en las aulas que a nivel regional. “Eso ha demostrado la idoneidad de hacer la formación presencial”, recalca el rector de la UCLM, uno de los centros que apostó con más firmeza porque la enseñanza volviera cuanto antes al aula. De cara al próximo curso, teniendo en cuenta el ritmo de vacunación, cree que los alumnos universitarios podrían estar ya inmunizados en agosto, lo que facilitaría el inicio del próximo curso.