El sol sube a paso lento. Las cigarras hunden su chirrido tablares adentro,
desde el pino grandón, giboso, que se alza ahí mismo sobre el ribazo.
(Del libro ¡Adiós, labriego, adiós!-Aurelio Yuste Valero.-Pg 100)
En la serie ‘Naturcuenca literaria’, el escritor y maestro Juan Clemente Gómez rescata fragmentos literarios que evocan la naturaleza conquense.