Las fiestas de San Julián de Cuenca han comenzado con un acto del pregón breve y marcado por las limitaciones de aforo, que ha contado con Carmen Acedo, periodista de Castilla-La Mancha Media, como maestrea de ceremonias y en el que se han entregado tres Premios Ciudad de Cuenca.
El primero de los galardones que se ha entregado es el concedido, a título póstumo, al artista Miguel Ángel Moset, fallecido en octubre de 2020. Han subido a recoger el premio sus hijos Javier y Marta, su nieta Martita sus y su viuda, María Jesús Molina, que ha manifestado que el pintor “dedicó toda su vida al Arte con mayúscula y Cuenca le sirvió a menudo de inspiración: la laguna de Uña, Palomera, Iniesta y, como no, el Júcar y sus reflejos”; por lo que cree que, allá donde esté, “Miguel Ángel estará orgulloso de este reconocimiento”.
A continuación se entregó el premio al equipo de vigilancia epidemiológica del área sanitaria de Cuenca, los rastreadores que han trabajado en identificar y seguir los caso de Covid-19. Al escenario han subido doctores del equipo, enfermeras y ha ejercido de portavoz la coordinadora Mar Gómez, que ha querido acordarse “de todos los ciudadanos que han estado responsabilizándose de las actuaciones que nosotros les hemos ido recomendando”, antes de recordar que “esto no ha acabado, hasta que no acabe la cobertura del 90% de la vacunación debemos seguir siendo prudentes y responsables”.
El último galardón Ciudad de Cuenca ha sido para el ciclista de montaña Nacho López Caniego, que ha manifestado sentirse “muy feliz y honrado” por este reconocimiento y se ha acordado de su familia y particularmente de su padre, “que mee ha inculcado el amor por el deporte y por la bicicleta en particular” y se lo ha dedicado a su abuelo y a su tío, fallecidos recientemente.