Llueve sin parar desde el 6 de Septiembre de 2021 sobre los informáticos del SESCAM, desde que iniciamos nuestra huelga indefinida.
Es una lluvia de indiferencia que está cayendo sólo sobre nosotros, una lluvia dirigida sobre el personal de tecnologías de la información desde los nubarrones de la dirección de recursos humanos y la gerencia del SESCAM, como esas nubes grises con gotas que se pintan sobre las cabezas de unos personajes de dibujos animados que les siguen a todas partes.
Esta lluvia impasible es de esas finas, de las que parece que no mojan pero es muy continua, en mi pueblo la llaman un “cala-bobos”, y así nos sentimos nosotros: mojados e insultados. Pero mojarse o que te insulten no es lo peor, el desastre es que a nuestros pies se está formando mucho barro, un sucio charco fangoso donde se hunden y enturbian nuestros trabajos, nuestra profesión, que ya no volverán a ser los mismos independientemente de que consigamos o no llegar victoriosos al final de nuestra lucha. Nuestro oficio se desmorona en ese cieno pues jamás tendremos de nuevo la moral de volver a enfrentarnos a nuestras tareas con la misma ilusión y entrega con que las ejercíamos las últimas décadas, nuestros proyectos ya no volveremos a verlos como nuestros, y nuestra dedicación será proporcional a nuestra motivación: nula. Nuestra casa durante 30 años, el SESCAM, ya no volverá a serlo, tengamos o no tengamos nuestra plaza definitiva por el medio que sea, tras esta lluvia insensible y fría, tras ese desinterés y falta de empatía con sus trabajadores, nos veremos como extraños y desconfiados.
Parece que seguirá lloviendo, parece que los nubarrones siguen ahí y seguiremos aguantando bajo la lluvia”
Y parece que seguirá lloviendo, parece que los nubarrones siguen ahí, y seguiremos aguantando bajo la lluvia, a ratos con el paraguas de la solidaridad y el esfuerzo de los compañeros que aún se mantengan en la lucha, a ratos sin nada, pero no nos preocupa mojarnos aunque sea incómodo, como he dicho antes nos preocupa más el barrizal que se seguirá formando y cuanto más tiempo pase más difícil será que podamos recomponer lo poco que quede de nuestros empleos y nuestra motivación, si es que alguno tiene la suerte de mantenerlos, porque nadie podrá trabajar lleno de fango hasta la cintura, y menos en el Área de Tecnologías de la Información del SESCAM donde las cosas están últimamente tan decadentes como en el resto de ámbitos de la sanidad castellano-manchega, y “SI [nosotros acabamos enterrados en el lodo] ENTONCES [los sistemas de información del SESCAM se hundirán con nosotros]”, no es una amenaza, es pseudo-código de 1º de informática: “IF [condición] THEN [sentencia]”.
Vamos para dos meses desde el preaviso de huelga, y no se ha producido ni un acercamiento ni intención de negociar por parte de la Administración, yo hasta ahora creía que tan solo éramos trabajadores ejerciendo un derecho constitucional, pero ahora además sabemos que somos “bobos-calados” por ser tan ilusos que pensamos que esta lluvia a estas alturas ya habría escampado. Nosotros seguiremos aguantando el chaparrón el tiempo que haga falta, pero les ruego que se sienten a escucharnos, pueden evitar que se forme más barro.., y después que salga el sol por donde salga.
Antonio Ortega es Técnico de Gestión de Tecnologías de la Información del SESCAM
