El viñedo está presente en el 63% de los municipios conquenses y supone el 19,2% de la superficie de la provincia. Es uno de los datos llamativos que recoge el informe anual de Tierra de Viñedos sobre la relevancia económica del sector vitivinícola en Castilla-La Mancha y sus provincias.
En el caso de Cuenca, si se tiene en cuenta solamente el grupo de municipios con menos de 1.000 habitantes, más del 80% del total de la provincia, la superficie del cultivo está en torno al 5%. El informe destaca la existencia una relación entre, población y esta actividad económica, ya que los municipios con mayor superficie de viñedo han aumentado su población, mientras que otros que no tienen y tampoco están vinculados a polos logísticos han perdido habitantes, según se recoge en el documento del Plan Estratégico del Sector Vitivinícola de Castilla-La Mancha.
La actividad vitivinícola, incluyendo la viticultura, la elaboración del vino y su comercialización (“sector vitivinícola”), genera un Valor Añadido Bruto (VAB) superior a los 1.740 millones de euros anuales en Castilla-La Mancha. La región alberga casi la mitad de la superficie de viñedo existente en España (superior a 456.000 hectáreas) y el sector vitivinícola aporta más de un 4,6% al PIB de Castilla-La Mancha y, en términos de empleo, ayuda a generar y mantener más de 42.770 empleos directos, indirectos e inducidos en la economía castellanomanchega.
Ciudad Real concentra el 44% de la cifra de negocios de las bodegas cooperativas de Castilla-La Mancha. Le siguen Cuenca (21%) y Toledo (20%).
Analiza este informe datos de producción media de cinco años (del periodo 2015 a 2019) y se destaca que el 14,6% de los más de 20 millones de hectolitros de vino que se producen anualmente salen de las bodegas conquenses, una cifra superada por todas las provincias castellano-manchegas excepto Guadalajara.
Con los datos de 2020, hay en la provincia 42 empresas exportadoras regulares de productos vitivinícolas de CLM. Del vino que Cuenca exporta, el 78% es a granel y el 22% envasado.
Desde el punto de vista regional, el informe subraya la elevada especialización de las exportaciones castellano-manchegas en la industria de fabricación de bebidas y, en particular, de la elaboración de vinos.
Castilla-La Mancha es, asimismo, la región española con más hectáreas destinadas al cultivo ecológico. Más del 13% de la superficie total de cultivo de vid castellanomanchega presenta esta modalidad.
En sus conclusiones, el informe destaca que el futuro del sector vitivinícola castellanomanchego pasa por poner en valor los abundantes activos y atributos regionales, así como por apostar por la sostenibilidad y el talento, entre otros.