Desde las 19 horas ya tenemos que dejar de cantar ese villancico de ‘ya vienen los reyes magos’, porque ahora lo más apropiado sería decir que ya están en Cuenca Sus Majestades de Oriente. Por primera vez desde que arrancó la pandemia, la capital ha celebrado una cabalgata, que ha traído a Melchor, Gaspar y Baltasar de nuevo a la ciudad con un desfile único y volviendo a llenar de magia las calles conquenses.
Al contrario que sucediera el año pasado, los más pequeños recordarán este 2022 como el año en que los Reyes Magos volvieron a desfilar por la ciudad de las Casas Colgadas en una única cabalgata, en donde numerosos peques los acompañaron y, por primera vez, el cortejo real pasaba por zonas de la ciudad por donde nunca antes habían desfilado los niños.
A las seis de la tarde arrancaba puntual desde la Avenida Juan Carlos I una cabalgata en donde las pequeñas gotas que estaban empezando a caer amenazaban con dar al traste la ilusión que tantos y tantos pequeños estaban ya dejando ver desde los primeros metros de desfile. Pero hoy es un día mágico, Sus Majestades de Oriente sólo vienen una vez al año, por lo que era claro que había que hacer un esfuerzo por continuar adelante, aunque amenazara lluvia.
Y efectivamente, los vehículos que llevaban las 11 carrozas que conformaban este desfile real subieron de marcha para en apenas una hora recorrer Cuenca casi de punta a punta, pasando por Hermanos Becerril, Fermín Caballero, Cervantes, José Cobo y Carretería para poner punto y final a la cabalgata en la plaza de la Constitución, en donde llegó la comitiva real al completo cuando el reloj pasaba unos pocos minutos de las siete de la tarde.
Un recorrido que iba inaugurando la banda municipal de Cuenca con multitud de villancicos y canciones de esta época, para después seguir hasta 7 carrozas temáticas que iban ambientadas de diferentes escenas relacionadas con la navidad como un cuento mágico, la villa de Papá Noel, bastones navideños, ángeles, un mundo animado y, para cerrar este bloque, una última carroza con adornos de esta fecha tan señalada.
Entre medias, no podía faltar ya un clásico conquense, y es que los gigantes y cabezudos volvieron a salir a las calles de Cuenca en una cabalgata, llamando la atención de los más pequeños que, quizás, los veían por primera vez. Del mismo modo, previo a la carroza ambientada en el Portal de Belén, un grupo de patinadoras amenizaron el desfile al más puro estilo Frozen, arrancando los aplausos de los espectadores según iban haciendo sus exhibiciones.
Después del portal de belén, en donde no faltó detalle con presencia desde los pastores hasta el niño pasando por la virgen María y San José, llegaba el turno de los personajes más esperados este miércoles.
Ahí estaban ellos. Melchor, con su carroza en tonos blancos y azules; Gaspar, con sus luces naranjas, verdes y blancas y Baltasar, con los ornamentos también verdes y blancos, cerrando así un desfile cargado de ilusión, magia y emoción.
Una emoción que, si bien no se podían intuir con las sonrisas de los más pequeños por el uso de la mascarilla, los ojos de muchos niños y niñas conquenses se iban iluminando, adquiriendo ese brillo que todos hemos tenido en la tarde del 5 de enero, cada vez que cualquier Rey Mago se giraba a saludarnos.
Atrás ha quedado este año esa guerra por lanzar caramelos a aquel niño que nos cae mal o de pegarnos por coger hasta el último que había en el suelo
Atrás ha quedado este año esa guerra por lanzar caramelos a aquel niño que nos cae mal o de pegarnos por coger hasta el último que había en el suelo, de poner el paraguas abierto para intentar coger la mayor cantidad de dulces para luego guardarlos en un cajón para ofrecérselos a las visitas a lo largo del año o de alzar la mano lo más alto posible para coger aquellos juguetes que se iban repartiendo desde el camión que antaño cerraba el desfile.
Muchas cosas han cambiado con la pandemia, pero la ciudad de Cuenca ha sabido readaptarse a las circunstancias sanitarias, porque lo más importante en la tarde-noche del 5 de enero es disfrutar, ver a nuestros hijos/sobrinos/primos emocionados y la felicidad de disfrutar la víspera de Reyes en familia ha sido la esencia que ha predominado esta tarde en Cuenca otro año más.
A pesar de la débil lluvia que ha ido cayendo a lo largo de todo el recorrido,del frío y el aire que ha ido mezclándose con el cortejo de Sus Altezas Reales y a pesar de la velocidad que llevaba este año la cabalgata, nada de eso ha importado. Los protagonistas de hoy eran los más pequeños, y para ellos hoy sólo ha existido una cabalgata que les ha devuelto la ilusión tras estos meses de pandemia.