A falta de conocer los datos del último mes de año, el turismo conquense cierra un 2021 con unos números que reflejan cierto alivio del sector tras el año 2020. Los visitantes españoles han tirado del carro para que en la provincia los alojamientos hoteleros, incluso a pesar de las restricciones a la movilidad que marcaron la primera mitad del año, hayan logrado cifras de viajeros y pernoctaciones bastante positivas. Sin embargo, la recuperación no será completa hasta el regreso del turista extranjero, al que se le espera de vuelta en el 2022.
Las cifras turística del año 2021 en la provincia de Cuenca reflejan un crecimiento lento en los primeros meses del año, marcados todavía por bastantes restricciones sanitarias. El mes de agosto se tocó techo, con más de 74.000 pernoctaciones, el mejor dato de los últimos tres años.
El sector ha mantenido el pulso durante el resto del año, con número de pernoctaciones incluso mejores que en el año previo al estallido de la pandemia del Covid-19, aunque es previsible que el mes de diciembre la ola de ómicron emborrone los resultados finales que se conocerán en los próximos días.
El crecimiento se ha producido en un contexto todavía hostil, por las limitaciones sanitarias y los miedos personales, al movimiento de turistas extranjeros
El crecimiento se ha producido en un contexto todavía hostil, por las limitaciones sanitarias y los miedos personales, al movimiento de turistas extranjeros. Hubo que esperar a junio para que en Cuenca hubiera un mes con más de 1.000 visitantes foráneos y el mejor dato de pernoctaciones se registró en octubre, con 7.000. Son números muy lejanos a los del 2019 y habrá que trabajar muy duro para lograr que todos esos visitantes internacionales regresen a Cuenca.
En lo que se refiere a la capital, el comportamiento del turismo es similar al de la provincia. Perdida la campaña de Semana Santa, Hubo que esperar hasta el verano para el despegue, que se quiso estimular a través de campañas promocionales en ciudades como Madrid y Valencia para captar al turista nacional de proximidad. Cuenca marcó espectaculares datos en julio y septiembre, superando las 20.000 y 25.000 pernoctaciones respectivamente, cifras muchas mejores que las que registró la ciudad en el 2019, antes de la pandemia. En el último trimestre, sin embargo, se apunta cierto estancamiento.
En 2022 la capital necesita recuperar la Semana Santa, tan necesaria para el sector hostelero, después de dos años sin poder celebrarla. Paulatinamente tiene que empezar a recuperar cierta regularidad en lo que se refiere a los visitantes extranjeros, si bien es cierto que ha notado menos que el resto de la provincia la disminución del número de turistas procedentes de otros países.
Respecto al turismo rural, sufrió una primera mitad del 2021 bastante débil, condicionado todavía por la situación sanitaria y por la pérdida de eventos importantes para el sector como la Semana Santa y no se ha recuperado al mismo ritmo que el resto del sector.
Hubo que esperar hasta el mes de junio para que se empezaran a ver en los establecimientos rurales conquenses cifras similares a las que había antes de la pandemia. El turista nacional ha liderado esta pequeña recuperación y en agosto se superaron las 27.000 pernoctaciones, el mejor dato de los últimos tres años.
Sin embargo, en el último tercio del 2021 el turismo rural ha vuelto a resentirse y ha vuelto a cifras peores que a las de 2019. No han ayudado ni la inseguridad provocada por las diferentes olas ni las malas cifras en lo que se refiere a las pernoctaciones de extranjeros. En la recuperación del viajero internacional se encuentra el principal campo de mejora durante este 2022.
