El Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 1-1-2 de Castilla-La Mancha, organismo perteneciente a la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas, ha coordinado la ayuda de los grupos de intervención en emergencias en los 108 accidentes de tráfico graves que se han contabilizado en el segundo semestre del pasado año 2021 en la Comunidad Autónoma, en los que fallecieron 42 personas.
Durante el segundo semestre del 2021 se ha producido prácticamente el mismo número de siniestros con respecto a los sucedidos durante los seis primeros meses, cuando hubo 106 accidentes de tráfico graves. En cuanto a la cifra de fallecimientos, en el segundo semestre ha sido ligeramente inferior a la de los seis primeros meses del año pasado, cuando hubo que lamentar 47 muertes.
Desde julio hasta diciembre se han coordinado, de media mensual, 18 accidentes de tráfico graves. Y, como en años anteriores, un dato a destacar es que una parte muy importante de estos incidentes se ha producido por la salida de vía del vehículo, sin que interviniese ningún otro coche como causante del siniestro. En concreto, 43 de los accidentes ocurridos en estos segundos seis meses del año 2021 se han debido a este motivo, lo que representa casi el 40 por ciento del total de accidentes registrados.
Tal y como indican los datos dados a conocer por la Dirección General de Tráfico, la distracción, el exceso de velocidad y el consumo de alcohol y drogas están detrás de la mayoría de estos sucesos.
Toledo y Cuenca, con más accidentes
Si analizamos por provincias el número de accidentes ocurridos en las carreteras de Castilla-La Mancha entre julio y diciembre de 2021, cabe destacar que la provincia de Toledo ha sido, con gran diferencia, donde se ha producido un mayor número de incidentes, contabilizando un total de 40; seguida por Cuenca, con 27, provincia en la que se ha registrado en este periodo un claro aumento de accidentes con respecto al primer semestre, cuando hubo 19.
En el lado opuesto está Ciudad Real, donde los siniestros han disminuido de forma considerable hasta los 15, frente a los 27 del primer semestre. En las carreteras de la provincia de Albacete se produjeron 18 accidentes, mientras que la zona de Guadalajara, con ocho, es en la que hubo menos siniestros.
Por lo que respecta al número de fallecidos, la provincia de Toledo es también la que registra un mayor número, con 17. A continuación se sitúa, como en el número de siniestros, la provincia de Cuenca, donde fallecieron 13 personas. En las carreteras de Albacete murieron en este periodo 7 personas, mientras que en las de la provincia de Ciudad Real fallecieron 4, lo que supone una reducción muy importante en relación a los seis primeros meses del año pasado, cuando murieron 17. Por último, señalar que la cifra más baja la tuvo Guadalajara, con un fallecido.
El mes de septiembre fue el más negativo en la región al registrarse tanto el mayor número de accidentes, 25, como de víctimas mortales,13. Durante el mes de diciembre murieron en carreteras de la región ocho personas, mientras que tanto en agosto como en octubre fallecieron siete. En noviembre hubo cuatro fallecidos y en julio, tres.
Coordinación de recursos desde el 1-1-2
Los accidentes de tráfico son los incidentes, atendidos por el Servicio de Urgencias y Emergencias 1-1-2 de Castilla-La Mancha, en los que es necesaria la intervención de un mayor número de recursos.
Así, desde la Sala del 1-1-2 se movilizan y se coordina la labor que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, normalmente efectivos de la Guardia Civil; los servicios sanitarios, que despliegan la mayor parte de sus recursos como médicos de urgencias, ambulancias, UVI y los helicópteros medicalizados, fundamentales para el traslado urgente de heridos graves.
Los bomberos son también una parte importante en este tipo de siniestros, dado que en ocasiones los afectados por los accidentes quedan atrapados en el interior de los vehículos, siendo necesaria su excarcelación. Por último, hay que destacar el trabajo que realiza el personal de mantenimiento de carreteras, cuya labor es imprescindible a la hora de normalizar el estado de las vías y la circulación.