A través de este procedimiento se pretende redactar una nueva ordenanza, con la que regular aquellas materias de protección, y restauración del medio ambiente en el término municipal, íntimamente conectadas con la convivencia ciudadana, y que repercutirán en la mejora de la calidad de vida en la localidad.
Desde el consistorio se ha detectado la necesidad de adaptación del texto aprobado hace ya 23 años a la normativa en vigor, adaptarla a la nueva realidad actual del municipio y a los cambios normativos, sociales y de la alteración de las condiciones medioambientales vividas por los espacios urbanos y naturales en tan largo recorrido, regulando el vertido de residuos procedentes de fuentes de origen agrícola y ganadero.
El Ayuntamiento abrirá un proceso participativo para que la ciudadanía pueda aportar sus sugerencias a la futura y nueva ordenanza de protección del medioambiente, por lo que pide la colaboración vecinal en este proceso. Del mismo modo llamará a los movimientos sociales para desarrollar la ordenanza de manera conjunta.
El responsable del área, Amílcar Martínez, expresaba que “la idea es redactar una ordenanza potente y capaz de liberar al municipio de posibles amenazas a su medioambiente”.
Durante diez días y a través de la web municipal todas las personas interesadas podrán aportar sus opiniones sobre estos temas y posteriormente estas cuestiones serán evaluadas para su inclusión en el articulado de la citada ordenanza.