Sauces, álamos y chopos
se bañan en el verdor
de tus aguas, y el amor
derrama brillantes copos.
De plata sobre la orilla.
tu sirena, bella ninfa
serrana de roca y linfas
la piedra al alma acuchilla.
Tus aguas, fino cristal
bello cristal esmeralda
son de azúcar, no de sal.
Eres el canto a mi tierra
hay pino y monte a tu espalda
y eres sangre de la Sierra.
(Del libro LA CIUDAD VERTICAL.-JULIÁN RECUENCO.-Pg 139)