En la tarde del lunes ha llegado hasta Cuenca las partículas de polvo en suspensión procedente del norte de África. Esta situación es una de las consecuencias de la Borrasca Celia, que además de provocar las rachas de viento que están provocando múltiples destrozos en la capital, inyecta aire procedente del continente africano que está tiñendo de colores ocres el cielo.
Este polvo provoca la calima, que viene con lluvias de barro y un empeoramiento de la calidad del aire. Durante las invasiones de polvo sahariano se producen aumentos en España de la concentración de PM10 y en menor medida de PM2.5.
Estas partículas de polvo, aparte de ensuciar superficies y causar lluvias de barro, pueden provocar por lo tanto afecciones respiratorias y/o circulatorias, avisa la Agencia Estatal de Meteorología