La procesión infantil del barrio de la Fuente del Oro, organizada por la parroquia de San Julián, también ha vuelto tras dos años de parón por la pandemia y lo ha hecho con gran afluencia de público y cielos despejados en la ciudad.
Los pequeños banceros y banceras del barrio, con los rostros cubiertos por mascarillas al no llevar capuces, han portado los pasos de Jesús de Medinaceli; Jesús Nazareno, la Agonía, la Cruz Desnuda, la Amargura y el Resucitado.
El sonido de las marchas procesionales, a cargo de la banda de tambores de Mota del Cuervo, ha impregnado cada recoveco de la Fuente del Oro en una procesión que ha contado también con la participación del coro de la parroquia.