Semana Santa

Antonio Pelayo insta a los conquenses a evitar que su Semana Santa sea “una mera atracción turística”

El periodista y sacerdote Antonio Pelayo proclamó el inicio de la Semana Santa de Cuenca con un pregón para el que hizo suya varias veces las palabras del Papa Francisco, citó varias injusticias que azotan el mundo y pidió a los conquenses  que cuiden su Semana Santa para no caer en la tentación de convertirla “en una mera atracción turística”.

El periodista de La Tribuna de Cuenca Leo Cortijo ejerció de maestro de ceremonias en este pregón que rompe dos años de espera por la pandemia. El público, todavía con mascarilla en sus asientos, llenó el Auditorio José Luis Perales en un acto presidido por un cristo crucificado en el escenario.

Para el apartado musical se contó, en primer lugar, con el Coro del Conservatorio, dirigido por primera vez en un pregón por Pedro J. García Hidalgo, que pidió a todos los asistentes que se pusieran de pie para que todo el auditorio cantara unido un miserere especialmente dedicado a los conquenses que han fallecido en la pandemia.

También actuó la banda de música de Cuenca, dirigida por el maestro Aguilar, que interpretó Cristo del Olvido, Danos tu paz y la Marcha de San Juan, uno de los grandes himnos de la Semana Santa de Cuenca.

A continuación llegó el turno de Pelayo, que empezó relatando los acontecimientos que han hecho que este pregón se pronuncie dos años más tarde de lo previsto. El sacerdote rememoró cómo la presentación del cartel, antes de la pandemia, le permitió conocer mejor la intensidad con la que se vive la Semana Santa en Cuenca, para después lamentarse al recordar que, con el confinamiento, se venía abajo el trabajo de un año entero. “Solamente la fe sirvió de consuelo ante una noticia tan desalentadora”, comentó el pregonero.


En 2021, por segundo año consecutivo, se suspendió la Semana Santa, pero Pelayo celebró  que, por fin, este año la Sermana Santa de Cuenca “volverá a revivir su magnífica historia y esta ciudad recuperará su fervor y religiosidad” y podrá celebrar el nacimiento de Dios, que para él “es el acontecimiento más trascendente de la humanidad”.

Pelayo hizo unas últimas referencias al coronavirus y a los fallecidos en la pandemia, entre ellos su primo carnal conquense, Gonzalo Pelayo, “un hombre generoso, entusiasta y amante de sus tradiciones y su Semana Santa” y, citando datos de Cáritas, destacó que la pandemia también ha disparado la pobreza. Hizo suya la voz del Papa Francisco cuando dijo que “de una crisis como la que estamos viviendo o se sale juntos o no se sale” y recuperó las palabras de Tina Turner que ya mencionó en la presentación del cartel: “La adversidad es el mayor regalo que me ha dado la vida”. ”Con la mirada adecuada podremos aprovechar cada adversidad que nos prepara la vida para crecer, transformar el veneno en medicina”, añadió.

El periodista castellano tuvo también unas palabras para la invasión rusa de Ucrania, una “locura diabólica”, utilizando palabras nuevamente del Papa Francisco. “A diferencia de la pandemia, contra la guerra no existen las vacunas”.

Tras este preámbulo, continuó su pregón recordando la emoción que sintió al descubrir Cuenca por primera vez en la década de los sesenta, para asistir a los conciertos de la naciente Semana de Música Religiosa. Descubrió también entonces su Semana Santa, la “simbiosis entre un glorioso pasado y un presente vanguardista” y la “sobrecogedora ceatividad de la naturaleza que ha unido tierra  y agua” en una ciudad que calificó como mágica y que, utilizando unos versos de Pablo Neruda, comparó con el Machu Picchu peruano, “porque ambas ciudades tienen en común la piedra”.

Se acordó Pelayo de pregoneros y pregoneras que comparten oficios con él: Carlos Amigo, Paloma Gómez Borrero y Pilar Ruipérez, subrayando unas palabras que dijo esta periodista conquense: “No se termina de conocer a cuenca si no se conoce su Semana Santa”.

Pelayo  expresó su asombro la cifra de cofrades de Cuenca, “que puede rondar los 30.000, lo que quiere decir que más de la mitad de los conquenses tienen su vida asociada a una hermandad, y los apelativos cariñosos con los que se llaman a algunas imágenes.

Pelayo repudió a los religiosos que abusan de los menores “disfrazando de cariño lo que no es más que patética lujuria”

A continuación propuso un ‘zoom’ hacia algunas figuras de la Pasión, comenzando por Judas e invitando a “huir” de condenarle “mientras nos perdonamos nuestras propias traiciones”, citando entre ellas algunas de nuestro día a día, desde las de los políticos “que se llenan la boca con promesas que saben que no van a cumplir” a la de los religiosos que abusan de los menores “disfrazando de cariño lo que no es más que patética lujuria”.

A continuación mencionó a Poncio Pilatos, ejemplo de persona que no asume las decisiones de la vida. “Hay mucho de Pilatos dentro de nosotros”, opinó Pelayo, poniendo como ejemplo la indiferencia ante el hambre en el mundo, las muertes en el Mediterraneo y la emergencia climática.

En tercer lugar, habló de Pedro y lo comparó con la negación de la condición cristiana y la gente que “esconde ante los demás los compromisos de nuestra fe” e hizo advertencias sobre el antisemitismo que está aflorando en algunos espacios, así como de la utilización de la religión por parte de líderes políticos y religiosos, citando como ejemplo la cabeza de la iglesia rusa.

Puso también el foco Pelayo en la cruz y la  brutalidad de la crucifixión y animó a no minusvalorarla. “En la cruz está la vida y el consuelo,  la gloria y el dolor”, parafraseó a Teresa de Jesús. “Desde la cruz no nos contempla un fracasado, sino el propio Dios que ha cargado con todos los crímenes de la humanidad para darnos una nueva vida”.

Para terminar este repaso de figuras clave, mencionó también a María, símbolo “de las madres angustiadas hoy por el injusto porvenir que nuestra injusta sociedad reserva a sus hijos, por los padres que se han quedado sin trabajo o saben que su salario, cada vez más mezquino, no les va a permitir llegar a fin de mes”.

Concluyó Pelayo haciendo un llamamiento a los conquenses “a no dejarse arrebatar el tesoro de su Semana Santa”, y “que nadie caiga en la tentación de convertirla en una mera atracción turística, porque “es una herencia de nuestros antepasados que debéis transmitir a las generaciones venideras”.

Vídeo del pregón en este enlace

Puedes leer el pregón íntegro en este enlace.

Tras  el pregón, tanto el Pelayo como el cartelista de este año, Enrique Martínez Gil, fueron agasajados por la Junta de Cofradías mientras recogían los últimos aplausos de la comunidad nazarena conquense.

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