La octava edición del VIII Festival de Las Casas Ahorcadas echó el cierre este sábado con una jornada llena de emociones, debido a la entrega del Premio Tormo Negro Masfarné al escritor catalán Aro Sainz de la Maza y del II Premio Paco Camarasa a Ibón Martín e Irene Rodríguez, ambas dentro del Memorial Agustín Lázaro como recordatorio a uno de los socios más queridos del club de lectura y que tristemente falleció en la primera ola de la pandemia.
Además de los premios entregados, el menú del festival incluyó muchas más sorpresas en esta sesión final. Por la mañana del sábado, la criminóloga Paz Velasco y el escritor J.E. Álamo tuvieron una interesante conversación en la que se metieron en la mente de los psicópatas y, especialmente, hablaron del crimen de la Dalia Negra. La mala noticia en esta mesa fue la ausencia a última hora de la periodista con orígenes conquenses Beatriz Osa.
La mañana terminó con una de las tradiciones más asentadas en cada festival, ya que todos los asistentes se realizaron la habitual foto de grupo con la camiseta negra de Las Casas Ahorcadas.
Por la tarde, el festival incluyó una mesa de autores conquenses que mantienen relación con la editorial Planeta: Anabel Fernández y Pedro Manuel Fraile (finalistas del Premio Planeta en 2021 y 2019 respectivamente) y Jorge Ortega (publica en el sello digital). Los tres compartieron con el público los entresijos de la editorial, del premio y de cómo llegar a publicar con ellos, así como sus próximos proyectos.
A continuación, el protagonismo recayó en los actores Mario de la Rosa y Cristina Higueras, quienes se sometieron al interrogatorio del director del festival, Sergio Vera, acerca de las similitudes y diferencias entre un criminal literario y otro audiovisual. En ambos casos compartieron el hecho de que, sin su carrera como actores, no podrían escribir de esa manera y que está muy vinculada la manera de construir y crear personajes tanto en un formato como otro, además de realizar un juego de interpretación en el que tanto Mario de la Rosa (quien sorprendió con un rap) y Cristina Higueras (con una diatriba muy argumentada y meditada) se metieron en la piel de sus personajes principales. Para cerrar el festival, Sergio Vera departió un discurso de clausura en el que dio las gracias a todos los asistentes (tanto público como escritores que han participado en las diferentes mesas), recordó todas las actividades realizadas en el festival y confirmó que ya está trabajando en la edición de 2023.