El Museo de Arte Abstracto cierra parcialmente por obras de climatización a partir del 9 de mayo, pero una parte de la colección se irá de viaje para darse a conocer en espacios culturales de España, Estados Unidos y Alemania.
La reforma se extenderá de seis a ocho meses, pero el museo solamente cerrará completamente del 9 de mayo al 6 de junio para embalar los cuadros y esculturas y preparar los espacios a intervenir. El resto del tiempo habrá cierres parciales mientras la intervención lo permita.
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, el director del Museo, Manuel Fontán y el director de la Fundación Juan March, Javier Gomá, han presentado las obras de remodelación y la exposición itinerante. Las obras de climatización cuentan con financiación del Consorcio de la Ciudad de Cuenca, que aporta la mitad de los 500.000 euros que se necesitan para estos trabajos.
La exposición itinerante llevará el nombre de ‘El pequeño museo más bello del mundo. Cuenca, 1966: una casa para el arte abstracto’ y contará con 43 piezas que resumen el abstracto español de la segunda mitad del siglo XX “y que van contar Cuenca al mundo”. Su primera parada será el Centro José Guerrero de Granada. Después viajará a La Pedrera y la Fundación Suñol en Barcelona. En 2023 cruzará el charco para lucir en el Meadow Museum de Dallas y el viaje terminará en el Ludwig Museum Koblenz, en Alemania, donde estará desde septiembre de 2023 a febrero de 2024.
Dolz relata que ya vivió como concejal la reciente remodelación de este espacio ubicado en las Casas Colgadas, inmueble de titularidad municipal y alaba cómo se va a aprovechar el inconveniente de las obras para promocionar Cuenca y difundir internacionalmente los tesoros del museo.
Manuel Fontán, director del museo, confía en que la intervención “sea muy técnica y prácticamente ni se note” y subraya que la itinerancia de las obras “tendrá un efecto llamada y se notará mucho cuando la colección vuelva”. El proyecto de reforma corre a cargo de Juan Pablo Rodríguez Frade, autor de la última remodelación del Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Fontán señala que es un viaje que probablemente “no se volverá a repetir” y destaca que va a ser la primera vez que estos trabajos se van a exponer por primera vez, codo con codo, con los grandes del informalismo y el abstracto europeo y americano.
Javier Gomá cierra la presentación de esta reforma con un recuerdo a algunos momentos clave de la historia de este museo, desde su fundación en 1966, que supuso una “chispa de juego” en los años de dictadura.
Señala Gomá que ese museo es “una historia de éxito de la colaboración público-privada” y destaca el “respeto exquisito” que siempre ha tenido el Ayuntamiento con la Fundación Juan March, encargada de la gestión de este museo.
Considera que la ampliación del espacio del año 2016, a la que se destinó un millón de euros, “ha enriquecido” a este museo, que también se ha visto reforzado con la gratuidad de la entrada.
El director de la Fundación Juan March afirma que la climatización va a mejorar tanto la conservación de las obras como la experiencia del visitante “que no tendrá que sufrir temperaturas hostiles” y agradece la participación del Consorcio en la obra.