Esta semana se presentaban los resultados de la actualización del Mapa 174, una herramienta pensada para analizar el declive demográfico de algunas zonas de España y que deja una conclusión bastante desoladora: el 46% de los pueblos de Cuenca se encuentran en una situación crítica.
A la hora de evaluar la gravedad de la situación se tienen en cuenta distintos factores: densidad del población, porcentaje de vecinos menores de cuatro años y mayores de sesenta y cinco y la variación de la población en los últimos treinta años. También se tienen en cuenta cuestiones orográficas, como la altitud o la pendiente media.
Casi se tarda menos en mencionar los municipios que se encuentran en una situación buena que los que están en un estado grave. Podemos empezar, por ejemplo, mirando a Tarancón, con 15.505 habitantes y una densidad de población de 145,2 por kilómetro cuadrado. En la segunda localidad de la provincia, que ha crecido un 1,2% en los últimos treinta años, el 15,4% de la población tiene más de 65 años mientras que el número de menores de cuatro años supone el 4,75%.
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