Esta semana hemos firmado, junto a UGT-FICA y las organizaciones patronales afectadas, dos acuerdos trascendentales para miles de trabajadores y trabajadoras de la región. Dos acuerdos con efectos prácticos y tangibles para todas las personas directamente afectadas, hombres y más aún mujeres; pero cargados además de repercusiones positivas para el futuro laboral, económico y social del mundo rural de Castilla-La Mancha.
El miércoles, ambos sindicatos suscribimos con Cooperativas Agro-alimentarias de CLM un acuerdo para impulsar la implantación de Planes de Igualdad en las cooperativas y sociedades agrarias de transformación de la región. El compromiso de las tres organizaciones es promover políticas y medidas encaminadas a conseguir el derecho efectivo a la igualdad retributiva y a la no discriminación entre las más de 2.000 mujeres y los 4.500 hombres que trabajan en las cooperativas y SS.AA.TT de CLM.
El Acuerdo incluye siete anexos técnicos con cada uno de los modelos de actas, reglamentos y documentación legal requerida para el diagnóstico, la negociación, la implementación, el seguimiento y la evaluación de los planes de igualdad, así como un modelo de ‘conducta ética en materia de género’ y un detallado ‘Protocolo de acoso sexual y acoso por razón de sexo o género’, incluyendo en ambos al colectivo LGTBI.
Hay que subrayar que la inmensa mayoría de las cooperativas agroalimentarias de CLM tienen menos de 50 personas empleadas, por lo que no tiene obligación legal de implantar planes de igualdad. Sin embargo, lo van a hacer. Como destacó nuestra responsable de Mujer e Igualdad, Margarita Mena, “supone un ejemplo para todo el tejido empresarial y para todas las administraciones públicas. Un ejemplo tanto más valioso y destacable por el carácter cooperativo y rural de sus protagonistas.”
Nuestro agradecimiento a Cooperativas Agro-alimentarias CLM por entender la necesidad y el valor de este acuerdo; y por el ingente trabajo en común previo a la firma.
Dos días después, el viernes, firmamos con esta misma asociación de cooperativas y con las patronales ASAJA y CEOE de Cuenca el primer convenio colectivo de las Industrias Agroalimentarias de esta provincia de Cuenca.
Siendo prudentes, las patronales y los sindicatos firmantes calculamos que afectará, de entrada, al menos a 4.000 personas trabajadoras de Cuenca. Muchísimas de ellas, mujeres, que representan un elevado porcentaje de las personas dedicadas en la provincia a la manipulación, elaboración, transformación y comercialización de champiñones y hongos, aceites y derivados, vinos y alcoholes, cereales, miel, y frutos secos y leñosos.
Hasta ahora, las empresas y cooperativas dedicadas a estas actividades aplicaban a sus plantillas convenios variopintos y cuando menos impropios. Mayoritariamente, el del Campo.
Esto conllevaba, por un lado, un cuantioso volumen de infracotizaciones a la Seguridad Social, puesto que se les daba de alta en el régimen especial agrario; y, por otro, un muy deficiente encuadramiento profesional de gran número de trabajadores/as, cuyos oficios y funciones, cualificaciones y tareas, no encontraban reflejo ni acomodo en las clasificaciones de grupos y categorías laborales establecidas en los convenios de referencia, ya fuera el Agropecuario o cualquier otro.
Estaban, además y de forma generalizada, muy mal pagados/as.
El nuevo convenio supone para todas estas personas un salto cualitativo y cuantitativo por los muy sustanciales incrementos salariales pactados, por su -ahora sí- adecuado reconocimiento profesional, y por la erradicación de los hábitos fraudulentos a los que se veían sometidas, de contratación irregular y precaria y de adscripción tramposa al régimen especial agrario de la Seguridad Social.
Hace más de un año que planteamos y comenzamos a negociar este nuevo convenio. Han sido muchos meses de trabajo, de reuniones y debates. Estamos convencidos de haber dado al final un paso de gigante, un paso definitivo para la dignificación del trabajo en la industria agroalimentaria de Cuenca. Y, con ello, para fijar e incluso atraer nueva población en los pueblos donde habitan. Para inyectar vitalidad y futuro en la Castilla-La Mancha rural y despoblada.
Y tiene también un enorme potencial para todo el sector agroalimentario de CLM, que desde la provincia de Cuenca va a proyectar una imagen de calidad no sólo de sus productos -estaba fuera de toda duda-, sino también del empleo que requiere su elaboración hasta llegar a los mercados.
Estamos satisfechos y esperanzados con ambos acuerdos, que consideramos cargados de futuro por su impacto laboral pero también por su transcendencia económica, social y cultural en el ámbito rural de nuestra región. Dos acuerdos, también, radicalmente feministas, que contribuirán a extender en nuestros pueblos el valor de la Igualdad y a fomentar la incorporación de las mujeres a las actividades laborales requeridas por la pujante la industria agroalimentaria de la región; y que a partir de ahora van a tener con el acuerdo de patronales y sindicatos el reconocimiento salarial y de derechos que las hace más justas y atractivas para hombres y mujeres.
Ángel León
Secretario general de CCOO-Industria CLM