Tras el histórico encuentro con el Papa Francisco del día anterior, la Semana Santa de Cuenca vivía en Roma otra jornada para el recuerdo.
“La Semana Santa de Cuenca no es cosa de poco. Es tan bonita… La Semana Santa en General y la de Cuenca. La de Cuenca es una maravilla. Es una maravilla”. Con estas palabras recibía la embajadora española ante la Santa Sede, Isabel Celaa, a la Comisión Ejecutiva de la Junta de Cofradías en el Palacio de España de Roma este jueves, 9 de marzo, para la presentación de la Semana Santa de Cuenca en este lugar emblemático, por lo que representa para los católicos y por ser la embajada más antigua del mundo.
La presentación, a la que asistió más de un centenar de personas entre autoridades eclesiásticas, personalidades civiles de la sociedad italiana, turoperadores y medios de comunicación, contó con la presencia de los eminentísimos cardenales Berges y Re; del nuncio del Papa en Ecuador, el conquense monseñor Andrés Carrascosa; monseñor Fernández; el príncipe y la princesa de Massimo; la princesa Ruspoli; la condesa Federici y la condesa del Melle, entre otros. Por parte de los medios, asistieron Cope, ABC, La Razón, La Sexta, Agencia Efe y Antena 3. Presentó el acto el periodista, sacerdote y Pregonero de la Semana Santa de Cuenca de 2022, Antonio Pelayo.
La Semana Santa de Cuenca como hecho extraordinario
“Me van a permitir empezar con una pincelada de ambiente de uno de mis escritores favoritos, que es Manuel Vicent”. Así inició su intervención la embajadora española ante la Santa Sede, Isabel Celaa, en el acto de presentación de la Semana Santa de Cuenca en Roma. Las palabras de este escritor mediterráneo, uno de los favoritos de la embajadora, según dijo, sirvieron para ambientar a los asistentes y transportarlos a Cuenca, su geografía, su patrimonio natural, arquitectónico y cultural, sus costumbres y su manera de entender la vida.
En su discurso, en español e italiano, Celaa demostró gran conocimiento de Cuenca – de la que hizo una breve y concisa glosa histórica – y su Semana Santa, así como expresó con especial sensibilidad la importancia que la Pasión y la religiosidad popular tienen para Cuenca y sus gentes en particular, y para los españoles en general. “Ustedes saben que España atesora fiestas de larga tradición, que debido a su singularidad han despertado siempre la curiosidad de propios y extraños. La Semana Santa es una de ellas y es la más importante del calendario. La que más expresa el sentido de la devoción popular” aseveró.
“La Semana Santa española sitúa la fe en la plaza pública. Suscita la emoción de todos y con ella, la devoción que a muchos conmueve y aglutina, construyendo un escenario muy excepcional, tanto para creyentes como para no creyentes” continuó la embajadora, quien recordó que fue el Concilio de Trento el que autorizó el uso de las imágenes “para persuadir, conmover y catequizar a los fieles” y resumió la evolución de las celebraciones de Semana Santa desde entonces a la actualidad.
Sobre la Semana Santa de Cuenca la embajadora, asesorada por Antonio Pelayo. afirmó que “es un movimiento ciudadano” que en Cuenca “es especial, porque de los 55.000 habitantes que hoy tiene la ciudad, 30.000 son cofrades, un fenómeno que supera toda comparación con otras ciudades y que tiene su explicación en la profunda tradición familiar: apenas nace un niño o una niña, después de bautizado, se le inscribe como miembro de la cofradía a la que pertenecen ya abuelos y padres. Esto hace que la pertenencia a una cofradía se convierta en un signo de identidad y acompañe al crecimiento de la persona”. La embajadora quiso mencionar la procesión de Camino del Calvario como una de las singularidades de la Semana Santa de Cuenca, una tradición, dijo “muy antigua” y “uno de los aspectos más originales del Viernes Santo conquense”.
Finalizó la embajadora con las palabras del gran pintor universal Benjamín Palencia, gran conocedor de los campos de Castilla y de Cuenca, para quien en el trasfondo de los cuadros de Da Vinci “se puede ver Cuenca”. La máxima responsable de la Embajada se mostró en todo momento cercana y afectuosa con los nazarenos de Cuenca, compartiendo con ellos momentos de gran emoción.
Cuenca: la ciudad con alma nazarena como seña de identidad
En su turno de palabra, el obispo de la Diócesis de Cuenca, monseñor José María Yanguas, puso de manifiesto la importancia de nuestra Pasión afirmando que “París tiene la Torre Eiffel, Bruselas el Atomium, Londres el Big Ben y Cuenca su Semana Santa”. Monseñor desglosó para los presentes otros momentos clave de la vida de la ciudad, como la SMR o San Mateo, dejando patente en su discurso, certero y conciso, que la Semana Santa es la celebración más especial y la que mueve verdaderamente el corazón de la ciudad.
“Cuenca es más que una ciudad: es una ciudad con alma” afirmó, para añadir que “con pocos trazos se pinta el rostro de Cuenca”. Y a la perfección lo dibujó, recordando algunos de los emblemas arquitectónicos y patrimoniales de la ciudad, como las Casas Colgadas, los primeros rascacielos de la historia y seña de identidad conquense, o esa combinación de cultura y naturaleza que es única en Cuenca. “Asombra cuando uno llega a Cuenca conocer la larga tradición de artistas de todo tipo que tiene la ciudad” expresó, dibujando así otro de los rasgos de la ciudad. “Junto a eso tenemos un alma laica, festiva y llena de jolgorio en las fiestas de San Mateo y su vaquilla” quiso recordar también monseñor, quien explicó brevemente para los presentes en qué consiste nuestra segunda gran celebración anual.
“Pero sin duda, la Semana Santa de Cuenca es la seña de identidad” sentenció monseñor Yanguas, quien tuvo también mención especial para la Semana de Música Religiosa, contraparte cultural de la Semana Santa. “Siempre me ha sorprendido el espíritu con que se vive la Semana Santa de Cuenca y me ha parecido un misterio que no sé muy bien descifrar” aseguró, recordando muy especialmente “la tradición, la familia, los ritos, la historia de la ciudad, el componente religioso”, aspectos sin los que la Semana Santa conquense no sería lo que es. Y sobre todo, el sentimiento y la emoción que provoca en los nazarenos de Cuenca su Semana Santa, que llevan a monseñor a preguntarse cada año qué pasa por el corazón de la persona que se emociona profundamente con la Pasión.
“La religiosidad popular es un medio evangelizador” reconoció monseñor, citando una de las primeras encíclicas del Papa Francisco, en la que pide alentar y promover esa religiosidad popular. “Dice el Papa que es una legítima expresión de la fe”. Una fe que se expresa en Cuenca y muy especialmente en el transcurso de su Semana Santa, una de las tres señas de identidad con que la describió monseñor Yanguas.
Cuenca y su Semana Santa: un binomio perfecto
El presidente de la Junta de Cofradías, Jorge Sánchez Albendea, quiso dedicar su turno de palabra a agradecer a todas las personas que han hecho posible la presentación de la Semana Santa de Cuenca en Roma, con mención especial para la embajadora y personal de la Embajada, así como para Antonio Pelayo, quien ha acompañado a la delegación de nazarenos en su periplo por la capital italiana.
“Nuestra ciudad, que desde hoy queremos que sea también la vuestra, es uno de los principales conjuntos monumentales de España, con una gran proyección internacional que fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por al UNESCO en 1996” recordó Sánchez Albendea, quien describió a Cuenca y su Semana Santa como el binomio perfecto y tuvo palabras para las facetas monumental y cultural de la ciudad. Citó además en su discurso al escritor romano Arturo Peirot, quien visitó Cuenca invitado por Saura “y su Semana Santa me pareció impresionante”. El presidente destacó la labor de difusión de la Semana de Pasión que se está llevando a cabo fuera de nuestras fronteras “para dar sentido a nuestro carácter de internacional”. Finalizó invitando a la embajadora a visitar Cuenca en Semana Santa y haciendo extensible esta invitación a todos los presentes.
La última parte del acto de presentación contó con la proyección del spot de la Semana Santa de Cuenca, obra de Sebastián Martín, así como con la intervención de la directora de Comunicación y Prensa de la JdC, Berta López, quien llevó a los asistentes en un viaje nazareno de seis siglos de historia en el que destacó el carácter polifacético de nuestra Semana Santa, desde la música a la imaginería, sin olvidar el aspecto emocional y el de la fe.
Tras el acto y el pertinente turno de agradecimientos y regalos, los asistentes disfrutaron de un vino español a base de productos típicos de Cuenca.
Con la presentación en la Embajada finaliza el viaje institucional de la Junta de Cofradías que vivía este miércoles otro momento histórico con el encuentro con Su Santidad el Papa Francisco tras la Audiencia General.