Los remontes al Casco se ejecutarán en 32 meses

Seis escaleras y seis ascensores componen el sistema de remontes al Casco Antiguo de Cuenca, una obra que comenzará después de Semana Santa y que ha sido presentad en el Jardín de Cecilio Albendea, donde desembocará esta solución mecánica que irá desde el parking del Auditorio hasta esta zona.

El presupuesto de los remontes al casco asciende a 15.0690.067,62 euros y serán financiados principalmente con los fondos europeos del Plan de Resiliencia del Gobierno de España en lugar del Consorcio Ciudad de Cuenca como se planteó inicialmente, lo que disminuirá el dinero que tendrán que aportar la Junta de Comunidades y el Ayuntamiento.

El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, considera que se trata de una solución de accesibilidad bien resuelta y programada” que se va a a ejecutar “con el mayor respeto a lo que es nuestra seña de identidad de la ciudad”

Dolz ha comentado que, en conversaciones con Miguel Ángel Troitiño antes de su fallecimieno, el experto al que se ha dedicado un mirador en la ciudad por su aportación a que Cuenca sea Patrimonio de la Humanidad defendía que la solución a la accesibilidad de esta parte de la ciudad se encontraba en estos remontes que ya aparecían en el Plan Especial del Casco Antiguo; y que su viuda le transmitió que el geógrafo tenía estas escaleras en la cabeza ya desde el año 92.

“La senda que dejó escrita Troitiño la vamos a continuar”, asegura Dolz, que señala que esta medida se combinará con otras, como la remodelación del transporte urbano, para lograr una accesibilidad universal al Casco Antiguo.

Declaración de impacto patrimonial

El vicepresidente regional, José Luis Martínez Guijarro, ha rememorado los pasos que se han dado desde 2019 para la puesta en marcha de este proyecto “que tiene la suficiente envergadura para que todo el mundo que tuviera que opinar en el mismo estuviera en el equipo de ejecución de las obras, que serán efectuadas por Tragsa”. En ese sentido, desvela que los remontes tienen una declaración de impacto patrimonial con la que quieren responder a los incrédulos en este proyecto.

Para financiar el proyecto se ha conseguido que la obra está financiada con cargo a los fondos Next Generation del Gobierno de España, lo que reducirá considerablemente la aportación que tendrán que hacer el resto de administraciones a los más de 15,6 millones de euros que se destinan.

Las obras terminarán en Semana Santa y durarán 32 meses. Durante la ejecución de la obra se utilizarán las técnicas de construcción que sean lo menos incisivas, aunque el ritmo de los trabajos tenga que ser más lento. Serán seis tramos de escaleras y seis ascensores para garantizar la accesibilidad visual y ocultando los ascensores bajo las zonas verdes para que no. Su recorrido se ha distanciado respecto a lo previsto inicialmente. Se mantiene tal y como están los viales de Santa Catalina y San Martín y habrá accesos peatonales para permeabilidad la infraestructura. Habrá, por tanto, tres alternativas para subir y bajar al Casco.

“Todavía hay gente que piensa que no teníamos que dar este paso, pero creemos que hay que ser valiente. Guijarro cree que se facilita, en primer lugar, la movilidad de las personas que viven en el Casco “que tienen que ser los primeros en beneficiarse”, pero también para hacerlo más atractivo de cara a que puedan venir nuevos vecinos. Asegura también que va a mejorar la movilidad interna de la ciudad y que conquenses que viven en otras partes van a venir más al barrio,

Habrá un plan de seguimiento de la obra, en el que se implicará a los vecinos del barrio, para comprobar permanentemente el estado de los trabajos y los vecinos y usuarios de las viviendas afectados podrán utilizar como aparcamiento la Plaza de Ronda cuando no se pueda acceder a estas zonas.

El proyecto se va a ejecutar tramo a tramo y en los grandes acontecimientos se pararán unos trabajos que se van a dilatar más de lo que suele ser habitual, ya que se van a utilizar técnicas y materiales que provoquen el menor daño posible.

“Este proyecto es fruto de la colaboración entre las administraciones, si no estoy convencido de que hubiese sido muy complicado”, considera el vicepresidente regional. Y se consigue “resolviendo problemas de los que se vienen hablando decenas de años”.

“Una obra que ganará premios de arquitectura”

Frente a posiciones románticas que prefieren dejar la zona como está, El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha comentado en este acto que, a su juicio, “si hubiera habido electricidad en el siglo XIV, las escaleras ya estarían hechas” y ha aseverado que “La riqueza patrimonial no es solamente descubrir lo que hicieron los romanos y musulmanes, esa mentalidad que tenían ellos es la que hay que tener para seguir aportando, porque la inteligencia sin ambición es un pájaro sin alas.

García-Page cree que en el futuro esta obra “avergonzará a los detractores que no quieren que esta ciudad avance” y que los remontes ““van a terminar de poner de moda el Casco Antiguo de la ciudad”, porque los visitantes“ quieren que se lo pongamos cómodo”.

El presidente regional se ha aventurado a manifestar que estos remontes, cuando estén terminados, estos remontes optarán a premios nacionales de arquitectura.

Conexión con la estación

Guijarro ha aprovechado para anunciar que ya está el convenio para la conexión de la Fernando Zóbel con el centro de la ciudad. El siguiente convenio será para la reordenación de los terrenos.

Un proyecto por valor de 15 millones de euros que ha confiado que se pueda “firmar las próximas semanas” y que prevé la construcción de un vial de tres kilómetros, dos carriles en doble calzada, con acera y la pasarela en la N-320, lo que permitirá “integrar definitivamente la estación Fernando Zóbel con el centro de la ciudad de Cuenca”, y al que seguirá un siguiente convenio “para la reordenación de los terrenos de Adif” y la continuación desde ese puente a la calle Diego Jiménez y por tanto al centro de la ciudad.

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