El cruce de Carretería con Sánchez Vera ha sido el escenario de la concentración del Orgullo en Cuenca, convocada bajo el lema “Por los cuidados y la salud mental, rompamos la estructura patriarcal”.
En dicha concentración se ha leído el Manifiesto del Orgullo Conquense de 2023, creado tejiendo redes con el Orgullo Vallekano de Madrid cuyo manifiesto ha sido la base del conquense.
Este es el texto del manifiesto:
La discriminación por orientación sexual afecta nuestra salud mental.
El rechazo social y el acoso nos llevan a problemas de ansiedad, depresión, estrés postraumático y pensamientos suicidas.
Esta discriminación y rechazo es más difícil para las personas que no tienen red de apoyo.
La falta de acceso a la atención médica y consultas de salud mental potencian estos problemas.
Ahora se habla algo más de salud mental.
Queremos reclamar, que el problema no es la peña que tenemos locura ni la gente LGTBIQ+; el problema es el SISTEMA PATRIARCAL y su amigo el CAPITALISMO.
Lo llevan diciendo años los colectivos locos:
¡No es esquizofrenia, es capitalismo!
¡No es depresión, es capitalismo!
También queremos reivindicar:
¡Cuántos y cuántas colegas, madres, amigas brotamos por falta de tiempos,
por falta de cuidados,
por parejas machistas,
por violaciones,
por agresiones!
¡¡¡La estructura patriarcal nos hace brotar!!!
Vivimos en un sistema VIOLENTO.
Basta de trabajar 12 horas al día.
No podemos sostener una casa.
No podemos consentir pagar alquileres abusivos.
Basta de enfrentar las violencias de las personas que excluyen a personas LGTBIQ+.
Esta violencia nos hace sentir que nuestra vida no es digna de ser vivida.
Lo que nos pasa no es individual.
El problema es colectivo porque le pasa a mucha peña.
El capitalismo dice cómo tiene que ser nuestra sexualidad.
El capitalismo dice cómo tenemos que relacionarnos.
El capitalismo no respeta diferentes formas de sentir y expresar afecto.
Nosotras y nosotros:
mujeres a las que nos atraen otras mujeres: bolleras
hombres a los que nos atraen otros hombres: marikas
personas que nos gustan personas de nuestro género y de otros géneros: bisexuales
personas que no nos identificamos con el género asignado al nacer: trans
personas con cuerpos distintos a lo establecido como cuerpo de hombre o cuerpo de mujer: intersex
personas con poca o ninguna atracción sexual hacia otras personas: asexuales.
Hoy y siempre manifestamos nuestro rechazo a
-la discriminación
-la violencia que sufrimos por nuestra orientación sexual, identidad, expresión de género, o características físicas.
¡No estamos trastornadas, dejad de psiquiatrizar nuestros sentires!
Necesitamos que se empiecen a aplicar leyes para todas,
para las menores de edad,
para las mayores,
para las migrantes,
para las refugiadas,
para las racializadas,
para las personas con alguna discapacidad,
para las de los pueblos.
Exigimos que se ponga fin a la desigualdad jurídica y social que padecemos.
Al sistema le interesa decirnos que tenemos trastornos y así :
Mantener largas jornadas laborales.
Mantener unos sueldos precarios que no suben con los precios de la vida.
Y que las mutuas de nuestros curros nos cuestionen las bajas por ansiedad y te digan que te mires al espejo y seas feliz. ¿Joder en serio?
¿Mira tú que no lo habíamos pensado eh?
Nos recetan pastillas que se venden en farmacias de manera legal.
Las pastillas nos dejan peor de lo que estábamos, para seguir manteniendo las estructuras de esta mierda de sistema como el que las mujeres sigamos cuidando gratuitamente y no nos lo reconozcan.
Basta ya de terapias que nos agreden.
Basta ya de ingresos psiquiátricos involuntarios.
Queremos terapias que nos respeten.
Queremos terapias que nos valoren por cómo somos.
¡Qué viva el apoyo mutuo!
Queremos que se respeten las necesidades de las personas locas.
Y en estos momentos vivimos tiempos oscuros.
Vemos como la extrema derecha entra en nuestras Instituciones gracias a pactos con partidos que incluyen condiciones que limitan nuestros derechos fundamentales.
NO nos podemos permitir retroceder en los derechos humanos básicos conseguidos.
Es real la discriminación y los delitos de odio que vivimos las personas LGTBIQ+.
Es real la violencia machista.
Es real la desigualdad existente con tantas personas que vivimos en los márgenes.
Son hechos probados y los vamos a combatir.
El mal avanza si el bien no hace nada.
NUESTRA VIDA VA EN ELLO.
Las vidas de muchas personas LGTBIQ+ serán mucho más difíciles si normalizamos estas violencias y estos pactos políticos.
Sigamos luchando para romper cada día más este sistema que nos llama locas y que nos quiere en armarios.
No pararemos hasta romper este sistema que nos dice como ser, cómo estar, cómo sentir.
Tenemos TODO el derecho a ser visibles.
La visibilidad del colectivo LGTBI en nuestra ciudad y provincia es fundamental.
Ser visibles ayuda a construir una sociedad más libre, más diversa y más sana.
Creemos en una ciudad con más apoyo mutuo.
Apostamos por una Cuenca cada vez más comprensiva con la locura.
Creemos en una Cuenca cada vez más respetuosa con el colectivo LGTBIQ+.
Queremos una Cuenca con más acompañamientos, más cuidados y con más ternura cuando estamos en la mierda.
Todas somos, en uno u otro aspecto, personas en los márgenes.
Ampliemos y llenemos estos márgenes de amabilidad y ternura.
Ternura es lo que durante décadas se ha negado a tantas y tantas personas, y a todas las personas lgtbiq+.
Por eso, hoy más que nunca, alzamos nuestra voz y decimos:
¡Nos cuidan las amigas y no las pastillas!
¡Basta ya de LGTBI+fobia!
¡Nuestros derechos no se negocian!
¡Somos diversas y orgullosas!
Que viva el orgullo conquense.