En octubre de 2010 nació la Plataforma en Defensa del Ferrocarril Público y Social de Cuenca, con el lema “Sí al Futuro de Cuenca y su Tren”, en la que se aunaron movimientos sociales, vecinales y ecologistas con partidos políticos, sindicatos y el apoyo de gran parte de la ciudadanía conquense. Su primer hito, convocar una gran manifestación a favor del ferrocarril, a la que siguió desarrollar varios informes técnicos acerca de los servicios en la línea o la integración del ferrocarril en Cuenca.
Integrada en la Coordinadora Estatal en Defensa del Ferrocarril Público, la Plataforma recogió la herencia de dos décadas de luchas de la Comisión de Defensa del Ferrocarril, constituida en 1992 con la participación de partidos, (PP, CDS, IU y PSOE de forma intermitente), sindicatos (CCOO, UGT, SEMAF), la Cámara de Comercio, que además era la sede oficial de la Comisión, la Federación de Empresarios (FAEC) y los ayuntamientos de la línea, entre los que más significaron, Carboneras, Huete, Castillejo del Romeral y durante un tiempo Tarancón.
Gracias a los trabajos de quienes integraron la Comisión y a la intermediación de la Junta de Castilla-La Mancha se suscribió un convenio para mantener el servicio ferroviario y la Diputación Provincial de Cuenca financió el estudio para modernizar la línea. Sin duda, por el decidido compromiso de todas las instituciones, se alcanzó a presupuestar en los Presupuestos Generales del Estado de 2000 una partida de 34.000 millones de pesetas de inversión, para lograr una línea con adecuadas prestaciones para el transporte de mercancías y viajeros.
Sin embargo, todos los esfuerzos quedaron paralizados en beneficio de otros territorios. El gobierno regional no atendió a sus obligaciones, porque, conforme con la memoria de Renfe de 2013, por la antigüedad de la deuda de la Junta, se procedió a su cancelación contable. También en 2013, el ejecutivo central decretó una significativa reducción del número trenes regionales, para favorecer a una infrautilizada alta velocidad y, desde la Plataforma, para recordar compromisos adquiridos con Cuenca se emplazó a una nueva manifestación multitudinaria.
Hasta aquí una breve reseña de la bien conocida por la ciudadanía defensa de lo público y de Cuenca y su futuro. Por otra parte, con excepciones, la sensibilidad de los gobernantes con lo público de Cuenca ha sido escasa. En este sentido, es preciso recordar las declaraciones de miembros del equipo de gobierno regional en 2010 demandando el cierre de la línea provincial para promover la “integración urbanística”, algo por lo que nunca entregaron una gota de sudor, ni movieron un euro, siempre a la espera de la caída del maná de los suelos ferroviarios. Del mismo modo, el incumplimiento de la Junta del convenio con Renfe o las continuas declaraciones en contra del servicio público ferroviario de destacados dirigentes y, en cambio, a favor de desplazar ferroviarios a otras provincias, la privatización del servicio de transportes y de desarrollos urbanísticos, tema en el que han demostrado, de forma sobrada, su impotencia.
Hoy Cuenca, pese al interesado silencio de algún medio, es un referente en España. Las luchas de las personas de un territorio cosido por el ferrocarril entre Madrid, Cuenca y Valencia son recogidas por organizaciones con implantación en todo el Estado. Hoy 19 de julio de 2023, aniversario del mayor recorte de lo público en Cuenca, el objetivo es el mismo desde hace décadas: la mejora del servicio público ferroviario.