COO-Industria de Cuenca ha denunciado hoy “la catarata de despidos injustificados” que está ejecutando la empresa Sertradec, subcontrata del grupo cárnico Vall Companys que opera en la planta de porcino de su filial FriVall en Villar de Olalla.
“Hasta ayer por la mañana eran ocho las personas despedidas, por la tarde ya eran diez. Y todas comparten una característica: de una u otra manera, han expresado su rechazo a los abusos laborales que soportan a diario las 700 personas que trabajan para Sertradec-FriVall. Y al menos dos están inmersos en procesos judiciales contra su empresa tras sufrir sendos accidentes laborales; accidentes que, de acuerdo con la Inspección de Trabajo, se produjeron por faltas de medidas de seguridad”, ha manifestado el secretario general de CCOO-Industria de Cuenca, Pedro Lucas, en rueda de prensa ofrecida esta mañana junto al responsable de la sección sindical de CCOO en Sertradec, Joabel Toribio, y Luis Galindo, uno de los despedidos tras denunciar el accidente laboral del que fue víctima.
“Entendemos que los despidos de las dos personas accidentadas por el incumplimiento empresarial de las medidas preventivas son radicalmente nulos. Y todos los demás, improcedentes, además de escandalosos. Así lo vamos a demandar ante los juzgados de lo Social, tanto en nombre de las y los despedidos que son afiliados a CCOO como en el de las y los demás afectados que nos lo soliciten.”
Sertradec, explicó Lucas, ha argumentado en las cartas que ha remitido a las personas despedidas que la pérdida de un cliente provocará una ‘reducción de la producción’ que obliga a la empresa a reducir su plantilla. “Pero el cliente en cuestión representa una mínima parte de la producción de FriVall, lo que no justifica la cifra de personas despedidas y mucho menos la elección de estas personas.”
“Sertradec y Frivall lo que están haciendo es una limpia, quitándose a los trabajadores y trabajadoras que se muestran menos sumisas ante los constantes abusos laborales de los que son objeto a diario quienes trabajan para la contrata del grupo Vall Companys, que impone ritmos de trabajo, horarios, jornadas y calendarios totalmente inasumibles; y todo ello en un entorno laboral carente de medidas básicas de prevención de riesgos laborales”.
“Y FriVall es igual de responsable; o más, porque según Sertradec, cualquier actuación que se tenga que hacer o cualquier medida preventiva que se tenga que adoptar, la tiene que autorizar FriVall. El afiliado de cuchillos, el cambio de máquinas… si el cuchillo no corta, si dos trabajadores tienen que trabajar con sus cuchillos mal afiliados y pegados el uno al otro, Sertradec no puede hacer nada si FriVall no lo autoriza. Tenemos un grave problema de salud laboral porque a FriVall no le preocupa.”
“De hecho, desde que Sertradec opera en FriVall, este centro de trabajo está siempre en el Plan Reduce del Gobierno de Castilla-La Mancha para las empresas cuyos parámetros de siniestralidad, por número de accidentes laborales e índice de incidencia, superan los aceptables en su sector. Ahí, en el Plan Reduce, está Sertradec desde que llegó a FriVall de Villar de Olalla, y lo que hace para tratar de salir no es adoptar medidas preventivas, sino evitar declarar los accidentes, hacerlos pasar por enfermedad común o decir que el accidentado se lo hizo en su casa. Y si alguien demanda, lo despide.”
“Lo asombroso es que la Junta de Comunidades sigue subvencionando a esta empresa -la acaban de destinar otros 600.000 euros-, e incluso haciéndose fotos con sus directivos agradeciéndoles que crean empleo; 700 puestos de trabajo que efectivamente ahí están y son valiosísimos para toda la comarca, pero que no garantizan derechos laborales básicos a las personas que los ocupan, empezando por el derecho a la salud y la seguridad”, denunció Lucas.
“El buen trabajo que está haciendo la Junta, su complicidad para mantener estos empleos y a las 700 familias que viven de ellos, tiene que tener una correspondencia por parte de la empresa en cuanto a la calidad del empleo de los trabajadores; y Sertradec y FriVall no la están teniendo; el Gobierno de Castilla-La Mancha debiera estar más atento a esto.”
Por su parte, Joabel Toribio indicó que Sertradec “muy bien podría haber planteado, negociado y acordado con la Representación Legal de las Personas Trabajadoras medidas de flexibilidad interna para acomodar la organización de la producción a la mínima reducción de la actividad que pueda causar la pérdida del pequeño cliente que alega la empresa”.
“Ha optado, sin embargo, por los despidos unilaterales, selectivos e injustificados. Esta forma autoritaria de gobierno de las relaciones laborales no resulta admisible. El compromiso que tenemos los trabajadores y las trabajadoras con la empresa es el máximo; todo lo que nos pide, nos exige, si tenemos que venir un sábado, un festivo…, intentamos siempre estar ahí, hacerlo, cumplirlo. Solo pedimos que ese compromiso sea recíproco, porque vemos que el compromiso de la empresa con los trabajadores ni se aproxima a lo que nosotros hacemos por Sertradec”, defiende
“Sertradec tiene que reconocer los derechos y respetar la dignidad de las personas trabajadoras. Y tiene que contar con el órgano unitario de representación de la plantilla para tomar cualquier decisión en materia de relaciones laborales. No lo viene haciendo hasta ahora y tampoco lo ha hecho a la hora de ejecutar los despidos que estamos denunciando. En una reunión que tuvimos (tras la pérdida del cliente) se nos dijo que despidos no iba a haber ni uno. Y van diez”, lamentan.
Desde la sección sindical de CCOO en Sertradec, piden a la empresa que revierta esos despidos “y que empiece desde ya a escuchar a la Representación Legal de las Personas Trabajadoras para mejorar las condiciones laborales en la planta de FriVall, que hoy por hoy dejan mucho que desear. No exigimos nada por encima de la ley; solo exigimos lo que pone la ley, lo que pone el convenio cárnico y el Estatuto de los Trabajadores”.
“Nosotros, CCOO”, concluyó Pedro Lucas, “estaremos dentro de esta planta de trabajo de Sertradec-FriVall en la defensa de los derechos de los trabajadores. Y valoraremos, si vemos una respuesta por parte de la plantilla -que es complicado, porque es un régimen dictatorial lo que hay ahí y hay un miedo tremendo a expresar malestar, a reivindicar derechos, y más aun cuando el que lo hace se va a la calle- la convocatoria de movilizaciones”.
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