Desde el momento en el que se ha confirmado la suspensión de la procesión de Paz y Caridad han comenzado a llegar a la iglesia de la Virgen de la Luz de Cuenca decenas de fieles que, a falta de desfile, han querido ver a las imágenes en su templo.
La pertinaz lluvia que ha acompañado al Jueves Santo no ha amedrentado a estos conquenses que han aguantado con paciencia largas colas en el entorno del barrio de San Antón para poder entrar en la iglesia ver a los pasos y presentarles sus respetos a las hermandades que no han podido salir a la calle este Jueves Santo.
El goteo de visitantes a la iglesia de la Virgen de la Luz ha sido incesante y por seguridad la Policía Local ha tenido que cortar el paso de vehículos en Calderón de la Barca para prevenir incidentes.
Por otro lado, la suspensión de la procesión ha provocado la reanudación del servicio de autobús urbano hacia la Plaza Mayor, con el mismo horario de los días festivos de tal forma que los usuarios han podido acceder al Casco Antiguo en transporte público en un Jueves Santo marcado por la lluvia que está provocando un aumento importante del caudal del Júcar.
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