La Diputación de Cuenca tiene abierta hasta el 10 de junio las ayudas al mantenimiento de la estructura comercial básica en pequeños municipios de la provincia que está dotada este año con 300.000 euros. El objetivo de esta subvención es contribuir a que aquellos bares, tiendas o establecimientos ubicados en localidades con menos de 250 habitantes puedan subsistir, ya que tienen una función social, más allá de su finalidad económica.
El diputado de Reto Demográfico y Emprendimiento, Francisco Javier Cebrián, ha mantenido una reunión de trabajo con los emprendedores de una localidad que puede acogerse a esta línea de ayudas como es Alarcón. En este encuentro, donde también ha participado la alcaldesa Milagros Poveda, ha detallado los requisitos para presentar las solicitudes que son básicamente trabajadores autónomos que desarrollen su actividad comercial con un mínimo de seis meses ininterrumpidos anteriores la publicación de la convocatoria, así como Comunidades de Bienes, Sociedades Mercantiles y demás entidades sin personalidad jurídica; en los grupos de actividad recogidos en la convocatoria.
Cebrián ha puesto en valor la importancia de estas ayudas para que estos negocios tengan cabida en nuestro territorio y también ha llamado la atención sobre el desconocimiento que hay de esta convocatoria por parte de muchas personas que se han instalado en el medio rural conquense durante los últimos años. En este sentido, desde la Diputación de Cuenca se ha llevado a cabo una campaña publicitaria para dar a conocer estas subvenciones, mientras que el propio diputado ha hecho un trabajo de difundir a través de los ayuntamientos y con visitas como estas las oportunidades que ofrece esta convocatoria.
Ejemplos de este desconocimiento son los casos de Hippolyte Leroutier y Fabian Hernando Herráiz, dos emprendedores que han iniciado su actividad recientemente en Alarcón y que no sabían que podían optar a las ayudas de la Diputación de Cuenca para el mantenimiento de las estructuras comerciales básicas.
Por un lado, Hippolyte Leroutier es el gerente de El Rincón de Alarcón, una tienda de regalos y recuerdos donde se vende artesanía, pero también se pueden degustar productos agroalimentarios de la tierra. Este nuevo vecino de Alarcón de origen francés reconoce que desconocía esta convocatoria y ha animado a la gente a que venga al medio rural porque está lleno de oportunidades.
Una de las personas que está trabajando para aprovechar precisamente estas oportunidades es Fabian Hernando Herráiz, que es descendiente de alarconeros, y que ha decidido poner en marcha El Jardín Escondido, un local donde ofrece rincones únicos para poder disfrutar de cafés, vinos o licores; gracias a la formación en jardinería que tiene su impulsor. Herráiz tenía desde pequeño la idea de emprender en Alarcón, concretamente en el corral de ovejas de su familia, y finalmente decidió hacerlo con su actual pareja que también tiene inquietudes artesanales.
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