Cultura

“¿Cómo es posible que estemos en nuestra provincia, que tengamos lo mejor y no seamos capaces de valorarlo?”

El titiritero de Huete Mario Ezno llega este miércoles (20:30 horas) al barrio de los Tiradores, dentro de la programación de Cuenca Cultura a Cielo abierto, para sorprender a todo su público con una de sus actuaciones y ha aprovechado para hacer esta entrevista sobre los últimos acontecimientos de su vida, con el humor y la alegría que le precede. Habla de todo sobre que se le ha preguntado con gran naturalidad y sin filtros.  Agradeciendo del cariño que recibe de todo su público y pensando en sus próximas actuaciones, eso sí ¡sin dejar de lado su humor picante!

Le vemos utilizar los muñecos para hacer crítica o humor. ¿Alguna vez has pensado en hacerlo tu directamente?

De momento no lo quiero hacer yo, porque es como un actor, cuando está en escena busca apoyarse en algo para sujetar el peso de la escena. Para mí, el títere es una vía con la que puedo hablar mucho más de lo que un monologuista o actor puede decir en escena, metiéndome en temas más “picantes”. Al no ser yo el que lo está diciendo, gracias al títere, puedo excederme muchísimo más. Hoy en día, como esta todo, con la piel fina de cada uno, que sea un “títere el que lo diga” me permite llegar a más sitios y hacer un humor más difícil de acceder actualmente.

Si tiene que decir algo lo dice sin pelos en la lengua. ¿Le ha jugado una mala pasada?

Por eso que comentaba, que es el títere quién lo dice me permite usar un humor picante, Además los títeres por historia siempre han podido decir lo que los humanos no, que ni a actores ni a cómicos se nos permite. Llegar más allá de lo que podemos llegar nosotros.

No solo utiliza a tus marionetas para los espectáculos, va más allá y los llevas a la vida real, a acciones cotidianas ¿es solo contenido o ya forman parte de su vida?

Forman parte de mí,  por ejemplo Manolo, viene conmigo viajando, ya he recorrido con él 57 países y al final he pasado tiempo con él incluso a solas (ríe). Ha adquirido una especie de alma, que me permite tener un compañero de viaje o una segunda cabeza pensante. Puede llegar a sonar incluso enfermizo, pero es cierto, acaba convirtiéndose en una persona.

Se ha podido ver que en uno de tus shows unos niños durante el espectáculo unos menores trataban mal a Manolo y usted defendía su trabajo, en cambio lo que se hacía viral era tu respuesta ¿pudo hablar con los padres luego o con algún responsable? ¿se ha vuelto a repetir esto?

Ante todo estas tratando con niños y son lo que tienen que hacer, los niños tienen que liarla “to parda” y portarse mal. El problema no es que ellos actúen como se espera, lo que pasa es que no había nadie que les controlase esto. Un padre que le diga “no le pegues o no le escupas al titiritero”. Mi enfado no fue con los niños, sino con los padres, los niños lloran y se enfadan, pero alguien les debe explicar que se debe hacer y que no.

Si había unos setenta o ochenta niños, solo tres o cuatro padres controlaron la situación. Con el paso del tiempo, los padres que estaban en la función si que me contactaron y dijeron que había sido una vergüenza, otros no. Comunicarlo fue natural, me salió del alma y la aceptación que tuvo fue positiva, muchas personas han tenido experiencias similares en la hostelería o en peluquerías.

Me duele no poder actuar en mi provincia con el caché completo”

Se posiciona mucho en la vida política y en la sociedad que vivimos. ¿Está enterado de lo que sucede en Cuenca a nivel político? ¿Qué opina?

En Cuenca no estoy muy enterado, pero sí me doy cuenta de cosas. Cuestiones que me duelen (se toma unos segundos) siendo de aquí de la provincia, de Huete. Me duele no poder actuar en mi provincia con el caché completo, todavía espero el día en el que venga aquí y ofrezca mis condiciones y la respuesta sea positiva, eso no ha sucedido. Me llaman de Galicia, Asturias, País Vasco, Comunidad Valenciana, es decir, todas las CC AA de ninguna tengo problemas y de mi provincia, que debería cuidar a los artistas locales. Me ha pasado de ir a festivales en Cataluña donde me han bajado del festival porque se necesitaba cumplir el cupo de artistas de la región, porque defendían el idioma y la cultura catalana.

En Cuenca que somos cuatro locales buenísimos además en lo suyo cada uno, en vez de defendernos, hemos tenido que ver al irnos de aquí que lo estamos petando. Aquí hay algo está fallando. ¿Cómo es posible que estemos en nuestra provincia, que tengamos de lo mejor y no seamos capaces de valorarlo? Siempre estoy muy agradecido de que me llamen aquí para trabajar, Cuenca es mi casa, mi familia, mis amigos y estoy muy a gusto. Pero es triste, no poder venir a casa con todo el equipo: mis operadores de cámara, montar pantallas y poder hacer el show completo. Eso todavía no ha sucedido.

¿No puede dar un show completo como en otras ciudades?

Sí, es difícil, sobre todo a nivel personal, Porque es cierto que luego voy por la calle y veo que sí se me valora. ¡Ir por la calle aquí en Cuenca es una maravilla! La gente te saluda, te pregunta. Pero a nivel institucional cuesta, el regateo… Solo podré hacer el show completo dando lo mejor de mí si pongo dinero de mi parte y arriesgo capital, algo que veo complicado en estos momentos. Por ejemplo he estado en León, Barcelona y Granada, que también eran shows gratuitos como el que haré en los Tiradores.

Una de las CCAA que más me gusta es el País Vasco, evidentemente tienen más dinero que nosotros. En Castilla-La Mancha no destinamos suficiente dinero a cultura. Que lo entiendo también, que estamos más repartidos en espacio y que cuesta más a nivel político tener una comunidad autónoma como la nuestra, que gestionar por ejemplo Euskadi. Pero en Euskadi se preocupan por cuidar de todo, es decir, no solo de no poner problemas a la hora de pasar un caché sino el pago. Aquí en Castilla La-Mancha he tenido pagos que han llegado a durar hasta más de un año y medio. ¡Eso para un artista es imposible! Fuera a los 30 días ya te lo han pagado.

Son cosas pequeñas que hacen difícil esto, ojalá estar todos los días con los míos. Entiendo que nuestra provincia no vaya suelta y no sea fácil, pero hay que pelear por ella para el día de mañana. Hay muchos políticos que lo están intentando y están en ello. Al igual que me he encontrado con el comentario de “tu vienes a contar cuatro chistes” y yo pensando te monto microfonía, máquinas de chispa fría, pantallas, mis operadores de cámara, un editor… Súmale los viajes, hoteles, horas de creación del show (que no son pocas)… ¿Cómo que cuatro chistes? O lo ves y lo tocas o sino no lo sabes.

Hace unas semanas pintaban su furgoneta según usted no de la mejor manera y buscó al responsable. ¿Además de limpiarla le pidió disculpas? ¿ha hablado con él después? ¿cómo consigue tomarse con humor estas situaciones?

No solo hablamos, es que casi nos hicimos amigos (ríe). El chico pintó la furgoneta en el mes de septiembre y yo hice el vídeo en el día de mi cumpleaños, justo me levantaba esa mañana después de trabajar. Me encontré que habían pintado la furgoneta y decidí hacer el vídeo “cagándome en todo y buscando a quien lo había hecho”, resulta que se hizo viral y la gente comenzó a comentar hasta que unos apuntaban a un perfil en concreto. Conseguí sus datos y le hablé, le planteé dos opciones: denunciarle o que la limpiase y dejarlo en una anécdota. Lo fue limpiando, pero acabo en diciembre. Quedábamos una vez cada semana o cada dos y así hablábamos también de nuestras vidas. Hicimos hasta amistad.

¿Qué opina de los grafitis y de que se quieran eliminar a toda costa? ¿Los consideras una expresión artística?

Los grafitis son una expresión artística sin ninguna duda. Soy un enamorado del arte urbano. Lo único que considero que hay espacios y momentos para esto. Tenemos aquí por ejemplo a Míster Trazo que se ha encargado de formalizar su trabajo, esa expresión artística, transformarlo en un medio de vida. Hay lugares para poder hacerlo. Un coche no se va a poner a conducir en medio de un centro comercial, lo hará en su carretera. Alguien que quiera pintar grafitis debería tener un espacio para desarrollarse. Se podrían ofertar murales. Estoy seguro de que algunas tiendas estarían dispuestas en la provincia de Cuenca que les pintaran un grafiti en el cierre o en la fachada, lugares que tendrán una retribución económica porque eso es arte.

Una pequeña reflexión, le he visto posicionarse a favor del arte callejero y de la vida callejera en sí, ¿no es incongruente que prohíban a los ciudadanos estar en sus calles y expresarse?

Es incongruente y una cosa muy española. En España, es muy difícil trabajar en la calle. Parece que todo el mundo sabe de todo, la gente dice “si hay permisos”, ¡mentira! a mí que me demuestren con papeles que tú vas a un ayuntamiento por ejemplo de Cuenca, sí alguien lo consigue, con unos horarios, tasas, impuestos, me apuesto 50 euros. Cada vez que me he puesto a trabajar aquí ha venido la policía local y no porque sean ellos, al final en ese momento están cumpliendo unas leyes y te despachan rapidito. La vez que mejor te va te vas a tu casa y otras te llevas un papelito.

En sitios más grandes como Madrid, está solo para músicos, ni actores ni titiriteros, encima sin amplificación, yo no puedo. Y así en todas las ciudades de España. Sales simplemente a Francia y no tienes problemas. En Bélgica y Holanda vas a una comisaría y te sacas el permiso de día y actúas sin problemas. Yo no digo que no tenga que estar regulado, sino hacerlo más fácil. No estás haciendo nada malo. Estas alegrando la ciudad y creas turismo. Vamos a potenciarlo en toda España.

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