García Melero compara en su pregón la vida con las vaquillas

Laura García Melero ha abierto las fiestas de San Mateo con un pregón impregnado de emoción y música de charanga en el que ha comparado la vida con una suelta de vaquillas, porque al igual que pasa con la res, “nunca sabes hacia dónde va a tirar”.

El cronista oficial de la ciudad, Miguel Romero, ha conducido el acto y el pregonero de 2023, Javier Benayas, ha pasado el testigo a su compañera. La pregonera ha comenzado su intervención con agradecimientos, sobre todo con uno muy especial, el que ha dedicado a Mamen Soriano, su oncóloga, porque sin su trabajo “sería imposible que estuviera en este balcón, gracias por darme la vida”.

A continuación, García Melero se ha presentado como una conquense “que lleva la ciudad en las venas y divide el año entre Semana Santa y San Mateo” y que hoy trata de transmitir esa esencia a sus hijos “tal y como mis padres hicieron conmigo”.

La pregonera ha comentado que podría contar infinidad de anécdotas de su infancia matea, cuando veía bajar a las vaquillas subida a un contenedor en Zapaterías o desde la ventana del convento de las monjas “encima del pilón, para ver como bebían”; y ha confesado que “de pequeña me gustaba ver cómo a los corredores valientes alguna vez les revolcaba la vaquilla” y, aunque ya mayor se ha llevado algún susto con su marido y sus propios amigos, todavía le encanta escuchar el “¡Si te ha pillao la vaca, jódete!” que ha coreado toda la Plaza Mayor con el acompañamiento de la charanga.

Laura García Melero ha repasado su trayectoria como peñista. Primero en Paco Gorzas, donde conoció “lo que era una peña de las de siempre”. Después junto a sus amigas “La Antonias” en Nos sobra la vaca, “que aunque cumplía las tradiciones, comenzaba a ser más desefadada” y hoy en Los Enemigos del Agua, a la que llegó de la mano de su marido Iván y a los que considera su familia.

La pregonera ha explicado que fue con esta camiseta con la que empezó a formar parte de la directiva de la Asociación de Peñas Mateas. “Recuerdo tantas tardes trabajando en silencio como a mí me gusta, sin llamar la atención, muchas noches sin dormir”, ha rememorado García Melero, que ha reivindicado el trabajo “poco reconocido y sí muy criticado por los que no viven la fiesta”.

“A día de hoy pienso que hay que evolucionar y ver San Mateo desde otra perspectiva más actual, adecuándola a la sociedad de ahora, pero sin olvidar que la suelta de vaquillas es el núcleo central de lo que hoy celebramos”, ha subrayado la pregonera, que también ha recordado la organización en Cuenca del Congreso del Toro de Cuerda, “en el que nos dedicamos a difundir nuestra vaquilla de San Mateo y le enseñamos a toda España que nuestra fiesta es diferente al resto” gracias a particularidades como la doble barrera o que la res se pasee por las escaleras de una catedral gótica-castellana.

La peñista ha compartido con los conquenses que a los mateos “nos gusta decir que la vida son cuatro días: 18, 19, 20 y 21 de septiembre, pero yo que sé mucho de eso, os diré que es verdad”. Por ello ha animado a los asistentes a “vivir la vida que queráis, luchar por lo que creéis y lo que os gusta, pero con respeto”.

“La vida es como una suelta de vaquillas, nunca se sabe para dónde va a tirar: si hacia el pilón o la anteplaza, no sabemos tampoco si va a llegar a bajar hasta la barrera de abajo, pero hay que estar ahí para correr, para disfrutarla todo lo que se pueda, al igual que ocurre en la vida, hay que vivir nuestra carrera al máximo”, ha proclamado la pregonera desde el balcón del Ayuntamiento.

García Melero ha concluido su intervención con un recuerdo para Maribel Gil y con una dedicatoria para su madre Carmen y para su padre Pedro, antes de pedir a los peñistas que entonaran un “San Mateo, San Mateo, oeoeoeoeo” por todos los que no están.

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