Sergio Molina, comisario de la exposición “Huir de la Miseria” disponible del 2 hasta el 29 de septiembre en la sala ACUA explica cómo ha sido el trabajo de investigación tanto de la exposición, como del libro. También cuenta detalles sobre la situación de los temporeros y el papel que tuvo la mujer. Así como transmitir necesidad de recordar nuestro pasado para entender los movimientos migratorios actuales.
El objetivo principal de la muestra es poner la mirada en el pasado sobre un problema presente. ¿Por qué parece que hemos olvidado que nosotros también emigramos cuando lo necesitamos?
La exposición trata de poner en manifiesto que España al igual que toda Europa, son sociedades migrantes. Negar lo que hemos sido en el pasado pone en cuestión lo que somos en la actualidad.
La exposición pretende reflejar la sociedad europea de los últimos años y, al mismo, tiempo nos ayuda a entrar en uno de los debates de más actualidad que hay. Es necesario empezar un debate profundo sobre las migraciones, en el que se parta sobre el pasado.
Ahora el gobierno propone regularizar la situación de algunos migrantes, a través de contratos temporales de producción. ¿Estaríamos repitiendo lo que ya se ha hecho con los temporeros narrados en el libro?
La figura del temporero ha ido manteniéndose en el tiempo. Digamos que es algo “incómodo” de gestionar, ya que es una figura que se encuentra desprotegida. Porque si lo pensamos los sindicatos del país de origen, si es que los hay, no tienen capacidad de acción en el país de destino. En el que los temporeros tampoco cuentan con la protección de los sindicatos del país en el que están trabajando, no dejan de ser personas-objeto que se desplazan para realizar ciertas tareas y luego se devuelven a su país.
¿Cuál era el flujo de temporeros anualmente en el periodo en el que se enmarca la exposición? Huir de la Miseria (1948-90)
En torno a 100.000 por año, según cifras oficiales, a lo que habría que sumarle los ilegales, que a veces eran muchos más que los propios legales, algo incalculable.
¿Cuenca ha sido tierra de temporeros?
Sí, aunque su movimiento no era tanto hacía el extranjero como a otras comunidades, como la labor del arroz en Valencia.
¿Qué campaña era más dura tanto por las condiciones como por físicamente? ¿Cuál compensaba más económicamente?
Todo depende de las fechas, aunque quizás la remolacha y el arroz fueran las más duras por las condiciones climáticas y por la dureza de la propia tarea.
Económicamente eran parecidas, pero dependía de en qué época.
¿Cómo era su situación? ¿Qué condiciones tenían que vivir?
El propio título de la exposición trata de plantear una dialéctica al visitante, que es “huir de la miseria”.
Una parte explica porque una parte de los españoles decidía ir de migrante temporero a Europa, pero al mismo tiempo intenta mostrar la “miseria” en la que se desplazaban, trabajaban…
Por ejemplo, los trenes que se utilizaban para transportar a las personas desde las provincias hasta la frontera eran de madera, sin luz y sin agua, en un viaje de más de 20 horas, sin apenas paradas y en el que el aforo se superaba.
De hecho, en el año 1977 la revista Interviú hizo un reportaje sobre la vendimia y comparó a estos trenes con los “Trenes de Auschwitz”.
Otra cuestión que muestra la dureza, son los alojamientos, muchas veces acababan en pajares, sin baños ni agua, en el que dormían todos los temporeros juntos. Si tenían suerte contaban con un colchón, otras veces no les quedaba más que dormir encima de la propia paja.
También la situación laboral era muy difícil, no se trabajaba por horas, sino a “destajo”. Esas condiciones, eran aceptadas por los temporeros, porque les permitía pasar menos tiempo en el extranjero ganando algo más de dinero.
¿Cuál era la situación de las temporeras?
El papel de la mujer dependía en este caso de que campaña realizarán. En el caso del arroz y remolacha, las labores agrícolas las realizaba el hombre. La mujer se desplazaba en condición de hermana/hija/mujer de un varón para hacer las tareas del hogar y mantenimiento.
En el caso de la vendimia la mujer se trasladaba como temporera y al mismo tiempo, cuidaban a los hijos, preparar la cena, la ropa del día siguiente…Es decir, sus tareas se multiplicaban. La figura femenina es clave.
¿Cuánto tiempo han tardado en recoger todos los documentos y fotografías de la exposición?
Las fotografías sobre un año. Los documentos al ser parte de una investigación entre tres y cuatro años.
Para la investigación habremos hecho unas 30 entrevistas en el último año más todos los documentos.
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