La Audiencia Provincial de Cuenca juzgará este miércoles al agente de la Guardia Civil J.A.S.S., que se enfrenta a seis años de cárcel por un delito continuado de falsedad documental en documento oficial y un delito leve de estafa al haber elaborado dos denuncias y un parte de accidente presuntamente fraudulentos en Cañete.
De acuerdo con los hechos descritos por la Fiscalía, a los que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan al mes de agosto de 2018. El acusado, que estaba destinado a la localidad de Cañete, se dirigió junto a otro agente a una plaza de la localidad donde se habían concentrado gran cantidad de personas, oyendo cuando se acercaban que uno de ellos profirió la expresión “cabrones”.
Quince minutos después de aquellos hechos llegaron a la plaza dos hermanos y uno de ellos, al observar el tumulto de gente, comentó “vaya fiesta que tenéis aquí, que tenéis a la Guardia Civil”.
Fue entonces cuando el acusado, “en actitud absolutamente chulesca e intimidatoria”, según el escrito de la fiscal, se dirigió a los hermanos para pedirles identificación, pero sin levantar acta de denuncia. Sin embargo, tras finalizar el servicio “y con absoluto conocimiento de la inveracidad del contenido”, desde el punto de vista de la Fiscalía, el acusado formalizó la denuncia contra estas dos personas por la supuesta comisión de una falta de respeto y consideración a la Fuerzas de Seguridad del Estado, atribuyéndoles la expresión “cabrones” que que habían oído.
Un par de días después, los mismos agentes de la Guardia Civil se cruzaron en la carretera que une las localidades de Cañete y Salinas del Manzano con el vehículo de uno de los hermanos, circunstancia que el acusado aprovechó para redactar una nueva denuncia “inveraz” por conducción sin cinturón de seguridad. Como consecuencia de estas actas, el hombre fue sancionado con una multa de 200 euros.
Meses después, en diciembre de 2018, el acusado trató de eludir la responsabilidad de unos daños ocasionados en su vehículo oficial contactando con el responsable de una empresa de máquinas retroexcavadora para redactar una declaración amistosa de accidente, que “no fue capaz de rechazar”, en palabras de la fiscal, la petición de un agente uniformado.
De esta forma, el acusado confeccionó un parte amistoso “absolutamente mendaz” y la aseguradora se hizo cargo de la reparación del vehículo, que ascendió a 304,33 euros.
Los hechos descritos por la Fiscalía constituyen un delito continuado de falsedad documental y un delito leve de estafa, por los que piden una pena de seis años de prisión, inhabilitación especial de empleo y cargo público durante ese tiempo e indemnizaciones para el hermano denunciado y la aseguradora.
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