La Diputación de Cuenca y la Fundación Antonio Pérez prepararán un gran acto para rendir homenaje al artista y coleccionista para celebrar el gran legado artístico y personal que ha dejado y para agradecer lo que su figura ha supuesto para la capital, la provincia, la región y para el mundo del arte contemporáneo.
Así lo ha adelantado el director de la FAP, Jesús Carrascosa, que como albacea de las últimas voluntades de Antonio Pérez ha dirigido la íntima despedida del artista, según había dejado indicado y en el que Carrascosa ha recordado que “Antonio quería irse como vivió siempre, de forma discreta”.
A la cremación ha asistido el presidente de la Diputación de Cuenca y de la FAP, Álvaro Martínez Chana; la diputada de Cultura y vicepresidenta de la FAP, María Ángeles Martínez; el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Amador Pastor; el alcalde de Cuenca, Darío Dolz; el alcalde de Huete y diputado, Francisco Javier Doménech; junto a un reducido número de familiares y amigos íntimos.
Un emotivo acto en el que Carrascosa señalaba el deseo del artista de que sus cecinas fueran esparcidas en el cerro de San Isidro y, ya que por imperativo legal no es posible, ha destacado que el alcalde de Cuenca se ha comprometido para posibilitar que sus restos descansen en el cementerio de personajes ilustres de San Isidro “lo más cerca posible a lo que Antonio quería”.
Por parte de la familia, su sobrina Victoria quiso dedicar unas palabras recordando que su tío había recopilado objetos en todas partes del mundo pero que lo más importante que había recopilado eran amigos que llegaron a convertirse en parte de su otra familia de Cuenca por lo que mostró su agradecimiento por lo mucho que se le había valorado y querido en esta tierra.
Siguiendo sus deseos los asistentes se despidieron de él mientras sonaba su canción favorita: ‘La vie en rose’ de Edith Piaf.