Opinión

Te siguen

Fernando Casas

Te siguen es el título de la fantástica novela de Belén Gopegui Durán sobre las personas sin miedo que se rebelan contra los abusos del poder. Gentes hartas de la retórica de los poderes políticos (“tenemos el objetivo común de contribuir a mejorar la sociedad”) y de las palabras vacías de los dirigentes económicos (“liderar la carrera hacia un ecosistema tecnológico sano, interdependiente y humanista”). 

Cuenta las acciones de la ciudadanía consciente que percibe que “cada vez ocurren más desastres, hay más despidos, más enfermedades por contaminación, más desabastecimiento de productos necesarios, más inundaciones y cada vez más palabrería”. Sus protagonistas, Casilda y Jonás, no aceptan que no se haga nada y que todo se estropee. Luchan contra la idea de que la destrucción avanza de forma inexorable y se organizan para llevar a cabo acciones dirigidas a evitar que los desastres hagan más daño a quienes están peor.

La genialidad de la obra de Gopegui es que confronta esta rebeldía ciudadana con la vigilancia que lleva a cabo el poder para controlar a la masa crítica que persigue el cambio. Lo singular es que la autora introduce la figura de los espías analógicos, León y Minerva, para vigilar a Casilda y Jonás, en esta sociedad dominada por las grandes empresas tecnológicas (Big Tech) que llevan a cabo la vigilancia universal, continua y discreta a través de los teléfonos inteligentes (smartphone), la red informática mundial (web) y la inteligencia artificial. Espían como se hacía antes, pese a que la vigilancia es cada vez más fácil porque los ciudadanos entregan sus vidas a las tecnológicas y las redes sociales registran digitalmente todos los aspectos de la vida, la política, la economía y las relaciones personales. 

En la ficción de Gopegui el Intelligent Group 3 de AMX (la cúspide de las empresas tecnológicas) tiene la obsesión de gobernar el caos de esos “millares de seres de la tierra que viven, sufren y gozan”. Pero el Intelligent Group también quiere conocer qué pueden creer y qué pueden negarse a realizar las personas. Por ello el IG3AMX diseña el proyecto Recalcitrantes, para que León y Minerva controlen a la ciudadanía que no se resigna y se obstina en contener y transformar el desastre, la guerra y la desigualdad. 

El designio de Recalcitrantes es saber por qué hay personas que no se adaptan con mansedumbre y docilidad al sistema y de dónde salen sus fuerzas para el rechazo. Por su parte, los ciudadanos rebeldes que se sienten vigilados comienzan a deshacerse de los teléfonos inteligentes (smartphone) y los sustituyen por móviles tontos sin conexión a internet para colocarse fuera del radar del poder y llevar a cabo sus acciones colectivas. 

Sirvan estas notas deshilvanadas para animar a la ciudadanía a que lea “Te siguen” porque infunde energías para luchar. Quizá quienes encarnan los poderes políticos, tecnológicos y económicos preferirían que Belén Gopegui no hubiera escrito esta novela dedicada a cada colectivo que se enfrenta a la desigualdad y la destrucción, cuyo lema es “las batallas se tienen que dar, aunque estén perdidas, porque el hecho es darlas”.

Sus páginas están inspiradas en las movilizaciones de la ciudadanía organizada en Ecologistas en Acción, Tu Nube Seca mi Río y Plataforma de Afectados por la Hipoteca. También se podrían incluir en esa lista a “Pueblos Vivos”, “Sí a la Tierra Viva” y, en fin, a todas las “Plataformas por el tren” que hacen cientos de Plantes para evitar la destrucción de la línea de ferrocarril regional que atraviesa con paradas, las comunidades de Madrid, Castilla-La Mancha y Valencia.  

Sin duda, uno de los mayores atractivos de Te siguen es poner de relieve que luchar contra el abuso del poder, la desigualdad y en defensa de la libertad es una actividad que lleva en sí su propia recompensa, el esfuerzo nos hace sentir bien y nos protege contra la idiotez, el miedo y proporciona felicidad.

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