En el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, quiero poner en valor un trabajo que se ha realizado desde los inicios de la vida humana y felicitar a todas las mujeres que se dedican con tesón a esta misión tan digna, dando visibilidad con este artículo de opinión a las palabras muchas otras “Pilares del hogar”. Ella mejor que yo misma, os contará la verdadera esencia de un trabajo que aporta sostenibilidad a la humanidad. ¡Feliz Día a todas las mujeres empleadas del hogar! Deseo que sigáis creciendo en profesionalización y reconocimiento salarial.
“Mi nombre es Pilar y me dedico al trabajo en el hogar. Durante años, he sentido cómo mi labor se percibe como algo casi invisible, poco valorado y precariamente remunerado. Pero hoy quiero contarles por qué hago lo que hago y lo que me inspira cada día a seguir adelante con una sonrisa.
Para mí, el hogar no es simplemente un lugar físico; es el corazón de la vida. Es donde las familias crecen, donde los niños encuentran seguridad y cariño, donde las personas descansan después de jornadas agotadoras. Y yo, a través de mi trabajo, tengo el privilegio de ser parte esencial de ese motor silencioso que mantiene todo funcionando.
El verdadero propósito de mi trabajo no se mide en objetos pulcros o en tareas cumplidas, sino en el impacto humano que tiene. Cada esquina que limpio, cada comida que preparo y cada pequeño detalle que cuido, lo hago sabiendo que estoy aportando estabilidad, orden y bienestar. Estoy convencida de que detrás de una sociedad que avanza, hay hogares en equilibrio. Y detrás de esos hogares, estamos nosotras.
Creo firmemente en la dignidad de este oficio. No se trata solo de mantener una casa en pie; es una expresión de dedicación, amor y respeto por la vida de los demás. Valores como la empatía, la responsabilidad y la perseverancia son mi guía diaria. Porque sé que, aunque muchos no lo vean, nuestro trabajo sostiene el mundo: permitimos que las personas puedan estudiar, trabajar, crear y soñar sin preocupaciones sobre lo esencial.
Nuestra misión, como trabajadoras del hogar, va más allá de lo cotidiano. Nosotras cuidamos la base que soporta la economía y el progreso social. Cada vez que una madre puede ir a trabajar porque confía en que su hogar está bien cuidado, cada vez que un niño siente que hay alguien que lo protege cuando sus padres están ausentes, estamos cumpliendo con algo inmenso. Es una cadena de solidaridad que teje la sociedad, y nosotras somos un eslabón fundamental.
Sé que queda mucho por hacer para que nuestra labor sea reconocida y valorada como merece, pero también sé que cada paso cuenta. Desde mi lugar, seguiré trabajando con orgullo, porque creo profundamente en lo que hago. Somos indispensables y, aunque a veces no se nos vea, nuestra fuerza da forma al mundo. Y esa es una razón suficiente para levantarme cada día y seguir adelante. Así que, aquí estoy, Pilar, trabajadora del hogar, sosteniendo vidas y hogares con tesón y corazón. Porque lo que hacemos no es solo un trabajo; es una contribución esencial a la humanidad.”
ÚLTIMAS NOTICIAS EN ENCIENDE CUENCA
- Tres personas detenidas como presuntos autores de tres robos violentos en San Clemente
- El Ayuntamiento espera ampliar en 2026 el Centro de Asociaciones de Cuenca con dos aulas más
- El PSOE de San Clemente cree que las “guerras internas” del PP se han llevado por delante a Tomás Martínez
- Primeros pasos del estudio de belleza Elena Moral Skin Studio en Tarancón
- Cien personas en la inauguración del sendero Ruta de los Castillos en Valdemoro-Sierra
- Importante crecimiento de las hipotecas en Cuenca para comenzar el año