Comienza la nueva vida del Almudí de Cuenca como centro de arte contemporáneo con la exposición Harina de otro costal, que marca una de las líneas de trabajo que quiere desarrollar el colectivo Kanoko en este espacio: mostrar el talento de jóvenes creadores formados en esta tierra.
Harina de otro costal supone el regreso a Cuenca de Alejandra Freymann, Coco Escribano, Elisa Terroba, Lluc Margrau y Clara Sánchez Sala, artistas hoy consagrados que formaron parte de la cantera de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca.
“Harina de otro costal es un guiño directo con el propio espacio, el granero donde se acumulaba el sustento para la comunidad. En este caso el sustento nos lo da el trabajo de las maravillosas artistas con su trabajo”, ha explicado Juan Kanoko, impulsor de Kanoko junto a Santiago Torralba y José Ángel Cañas.
“Es una exposición donde cada uno de los artistas, desde su mirada particular, nos plantean los lenguajes más contemporáneos del arte, que es importante tenerlos en cuenta, porque hay que atender a las voces del presente”.
Los azules del paisaje de Freymann, que presenta El sufrimiento de los metales, la honestidad de los coloristas retratos de la quintanareña Coco Escribano, las huellas del tiempo labradas en el acero inoxidable de Lluc Margrau, el libro de arte deconstruido en piezas textiles de Elisa Terroba y la escultura en bronce y mantequilla El cuerpo se convertirá en lo que sea la leche, con la que Clara Sánchez Sala reflexiona sobre el acto de amamantar, son algunos de los aspectos destacables de esta exposición que podrá visitarse hasta el día 5 de enero.
Durante este tiempo, sus protagonistas irán pasando por la sala para mantener encuentros con los visitantes, según ha explicado José Ángel Cañas.
“Queremos aportar a la ciudad nuevos proyectos e ilusiones: hacer talleres, actividades y conferencias”, ha apuntado Cañas respecto al proyecto que quieren desarrollar en este espacio, que además “está muy encauzado para la ciudad: todo lo que hemos comprado lo hemos conseguido a cincuenta metros, porque es importante hacer barrio”.
Por parte de las artistas han tomado la palabra Alejandra Freymann, que ha agradecido al Ayuntamiento que haya recuperado esta sala, reivindicando de paso que haga lo propio con otros espacios que hoy permanecen cerrados; y Coco Escribano, conquense que ha revelado que “cuando estudié el Bachillerato artístico no me quería venir a Cuenca, porque me decían que aquí hacían cosas muy raras”. Sin embargo, terminó estudiando aquí, en la Facultad de Bellas Artes, “y no me arrepiento, porque es una facultad que te da mucha libertad”.
En la inauguración ha estado presente la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Cuenca, María Ángeles Martínez, que ha subrayado la importancia de poder recuperar este espacio emblemático para acercar también el arte contemporáneo al centro de la ciudad.
Martínez ha apuntado que la idea del Almudí es que se amplíe habilitando una segunda sala con la que cuenta este antiguo granero.
La inauguración ha contado también con una actuación musical a cargo del taranconero Javi Collado, que ha querido jugar con el título de la exposición para ofrecer unos cantos relacionados con la labranza.
Finalizada la exposición, los asistentes se han desplazado al pub La Moneda para disfrutar de un fin de fiesta con una sesión musical de Fizzy Soup.
Estos son los horarios en los que se podrá visitar la Sala Almudí:
- Jueves, viernes: 17:00 – 20:00 h.
- Sábados: 11:00 -14:00 / 17:00 – 20:00 h
- Domingos y festivos: 11:00 – 14:00 h
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