El Consorcio de Cuenca prepara un proyecto de rehabilitación integral del Parque San Julián “para recuperar su esencia”, según ha desvelado el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, durante la inauguración del mosaico que se ha restituido en el templete gracias a la iniciativa del colectivo Cuenca (In) y de los ciudadanos que donaron dinero para arreglar esta pieza que sufrió hace cinco años un acto vandálico.
Dolz ha detallado que fue hace unos meses cuando se hizo este encargo, que incluye ideas como la restitución de la escultura del Hachero y la Fuente de las Ranas la rehabilitación del templete y de la caseta de los servicios públicos, reponer vegetación e introducir nuevas especies, mejorar la red de riego “e intentar que este parque, que es un emblema de la ciudad, con más de cien años de antigüedad, recupere la vida que tenía cuand llevaba el nombre de parque Canalejas”.
El alcalde afirma que ya se está trabajando en la elaboración de un pliego que debe incluir estas consideraciones. No se eliminarán las vallas, como se planteó en la anterior legislatura, “pero sí vamos a buscar fotografías antiguas para darles otra vez el significado que tuvieron en su día”.
El anuncio ha venido después de una inauguración del mosaico en el que Carmen Mota, portavoz del colectivo Cuenca (In), ha protagonizado un discurso reivindicativo y crítico con el trato que ha recibido en las últimas legislaturas esta zona verde desde el punto de vista patrimonial.
El parque ha sido víctima continuada de nuestras administraciones, por acción o por omisión”
Carmen Mota
“El parque ha sido víctima continuada de nuestras administraciones, por acción o por omisión, y a medida que pasaban corporaciones, le quitaban sus riquezas: la fuente de las ranas, los parterres, que protegían el mural, el hachero, sus farolas modernistas…”.
También ha lamentado el maltrato funcional de este espacio, “que ha pasado de ser biblioteca pública y acoger conciertos de la banda de música municipal a acoger en su interior productos inflamables”, señala Mota, que recupera una advertencia que hizo Fernando Zóbel sobre este espacio: “Si nos descuidamos, lo quitarán por anticuado y pondrán algún espanto de granito”.
“Hagámosle caso a este pintor que tanto favoreció a Cuenca y reivindiquemos el legado botánico que defendió Nicasio Guardia, no es tarde para soñar que la ciudad recupere los conciertos en el templete diseñado para la música, con sus liras de herrería y sus angelotes tocando los instrumentos”.
