Aunque la crisis provocada por la COVID-19 primero es una crisis de salud física, contiene también el germen de una importante crisis de salud mental(angustia, ansiedad, miedo a infectarse, perder familiares, perder trabajos) que puede estallar si no se toman medidas adecuadas cuando a la pandemia le preceden en casi todos los países del mundo una desatención grave de abandono en las enfermedades psicopatológicas, como angustia, ansiedad, depresión, adicciones etc.
La economía mundial pierde un billón de dólares, por ejemplo, en EEUU, por depresión y ansiedad antes del Covid-19.
Más de 1 de cada 5 personas que viven en situación de conflicto tienen un trastorno mental.
En el mundo hay menos de un profesional de la salud mental por cada 10.000 personas. A pesar de los efectos mentales del Covid, se ha invertido muy poco en salud mental, menos del 1% de toda la asistencia.
La salud mental es una de las esferas más desatendidas de la salud y muy poca inversión en servicios comunitarios, por ejemplo, Atención psicológica en ambulatorios, primera línea de actuación importantísima, donde tenemos ejemplos en otros países, como Australia, Bélgica, Holanda, antes del Covid, donde el médico de cabecera actúa conjuntamente con el psicólogo, dando los siguientes resultados similares, después de considerar que, científicamente, el 30% de patologías médicas tienen origen psicológico, y, además, se han reducido a un 75% la frecuencia en asistir a consulta de ambulatorio y también una reducción del tratamiento de psicofármacos en ansiedades y depresiones leves. Ello supone un ahorro de la economía importante que no se ha querido tener en cuenta. Motivos?….Grave descuido en la salud integral cuerpo_ mente en el ciudadano, a pesar de la comorbilidad en enfermedades físicas y mentales como el VI H/ Sida, tuberculosis, y ahora el COVID-19.
Más de 450 expertos de 16 países, han advertido, según información, colegio de Psicólogos de Madrid, que para alcanzar el progreso económico y social se tiene que tener en cuenta LA RIQUEZA MENTAL de las naciones, es decir: potenciar en los próximos años la salud mental de los ciudadanos. Así lo ha establecido la revista Nature ” Proyecto de Previsión sobre capital mental y bienestar” considerado por John Beddington, uno de los principales asesores científicos del gobierno británico, y con repercusiones internacionales, después de revisar numerosas evidencias científicas y estudio de las repercusiones futuro desarrollo mental, con la finalidad de resolver los retos de la ansiedad, depresión, demencia, dificultades aprendizaje y enfermedad mental.
Los gobiernos deben apoyar al tratamiento médico farmacológico INTERVENCIONES no farmacológicas y comportamentales, para mejorar el bienestar psicológico de la población. El informe advierte como conclusión que la inacción ( y más ahora con los efectos del Covid 19) de lo dicho, puede cronificar los trastornos puesto que no sólo los fármacos tienen eficacia total sino que hay que acompañarlos con tratamientos psicológicos muy útiles en el bienestar mental, afectivo y de conducta y con menos efectos secundarios.
El nuevo Plan de Salud mental del actual gobierno español, noticia de “El Confidencial“, propone psicólogos ya en los ambulatorios de los barrios, según la Estrategia de Salud Mental 2021- 2026. Si se cumple el Plan, ¡Enhorabuena al gobierno !!! Un médico, un psicólogo por consulta.
Es muy importante la formación del médico en tratamiento psicológico, tratamiento individual y psicoterapia de grupo, puesto que no ha sido firmado en ese aspecto en su carrera universitaria. Experiencias piloto en ambulatorios, con psicólogos, enfermeros y trabajadores sociales en dichos tratamientos de terapia de grupo han sido muy alentadores y efectivos, donde se relativizan los problemas.