Unas 130 personas, según los datos de la Policía Local, han participado en la manifestación del Primero de Mayo de Cuenca capital. El Día del Trabajador volvió a la calle después de que en el 2020 la festividad no pudiera celebrarse por el Día de la Pandemia con poca participación y con mascarillas en los rostros que no impedían que se corearan los cánticos habituales en esta cita durante el recorrido de la movilización, que comenzó en la estación del ferrocarril y finalizó en la Plaza de España.
Comisiones Obreras, UGT y el Frente Obrero conformaron el grupo mayoritario de participantes en un acto en el que también estuvieron presentes algunas autoridades políticas, entre ellas el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, y representantes de partidos como Izquierda Unida. El lema de la manifestación era ‘Ahora toca cumplir’ y con él se pretendía enviar un mensaje de que todo el país está en deuda con la gente trabajadora que sustentó la actividad de España en los peores momentos de la pandemia. En las pancartas se vieron también mensajes antifascistas y llamadas a la unión obrera y sindical.
En el acto central que tuvo lugar en la Plaza de España intervino en primer lugar Vicente Martínez, secretario general de UGT Cuenca que afrontaba su primer 1º de Mayo en el cargo. Martínez reivindicó el trabajo como derecho para obtener “la felicidad y la realización personal” que no debería depender “de la situación socioeconómica de las personas”.
El líder ugetista cree que este día tiene que ser una demostración “palpable” de que los trabajadores desean reformas laborales y tuvo un reconocimiento especial “para todos os compañeros y compañeras que nos han acompañado durante años en este día y que hoy no han podido hacerlo por diversas cuestionas” y también para los trabajadores de los servicios esenciales “que han hecho que, durante la pandemia, hayamos podido vivir en las mejores condiciones posibles”.
Martínez ha subrayado el trabajo de las organizaciones sindicales para minimizar los impactos de la covid-19 “y que los despidos efectivos hayan sido menos gracias a los Ertes actuales”. Ha destacado también la protección a los fijos discontinuos y el Ingreso Mínimo Vital. Sin embargo, recuerda que “todavía hay mucho por hacer, hay gente todavía que tiene que frecuentar las colas para pedir alimento, algunas de ellas incluso con un trabajo remunerado” y garantiza que los sindicatos de clase “lucharán por sus condiciones de vida.”.
Por su parte, María José Mesas, secretaria general de Comisiones Obreras, comenzó con unas palabras para homenajear a los trabajadores de los servicios esenciales, “porque no vale solamente con reconocimientos morales, hay que materializarlo por parte del Gobierno de esta nación, afrontando con valentía las reformas estructurales que permitan un cambio de modelo social, económico y laboral que permita tener una vida más digna y de calidad”.
Ha insistido Mesas en que la clase trabajadora “ha sostenido este país en los peores momentos”, entre ellos personas empledadas en puestos “devaluados, precarizados y que algunos consideraban poco productivos y con poco valor añadid”. Mencionó entre ellos al personal sanitario, al de las residencias, de la industria agroalimentaria, los comercios, las oficinas de empleo…
Pidieron los sindicatos derogar la reforma laboral “que ha permitido que una multinacional como Siemens Gamesa deje a 51 familias en la calle”
Pidió la dirigente derogar la reforma laboral de 2012 “que ha permitido, por ejemplo, que en Cuenca una multinacional como Siemens Gamesa, que da beneficios multituddinarios cada trimestre, deja a 51 familias en la calle” y que el sector financiero “esté planteando despedir a 5.000 trabajadores y trabajadoras”. Solicitó también terminar con la temporalidad, que el Gobierno pelee contra la siniestralidad laboral que en esta provincia dejó catorce fallecidos el pasado año, que supervise la construcció y que “se entienda que las mujeres sufren discriminación en las empresas.
Por otro lado, se acordó Mesas “de esa generación que peor lo ha pasado, que le ha tocado vivir la peor parte de nuestra historia presente, nuestros mayores”. En ese sentido, cree que una forma de reconocerlos sería “dar marcha atrás a la reforma de las pensiones de 2013”.
“La clase trabajadora y lo público hemos estado al frente de esta crisis, mientras que lo privado se reservaba para el beneficio”, ha defendido la líder sindical, que pidió “no abandonar la lucha”, reconocer el esfuerzo del sindicalismo de clase “que ha garantizado la mayor protección al conjunto del país” y de aquellas las personas que, a lo largo de todo el globo, “luchan por un mundo más justo”
Para terminar, Mesas ha pedido “que la vacuna del covid-19 llegue a toda la población, porque de esta crisis no saldremos sin una solución sanitaria” y que el Gobierno apoye a aquellos países del mundo que no cuentan con los mismos recursos que España.
El Frente Obrero, marcando distancia de los sindicatos de clase, leyó su propio manifiesto en otro rincón de la Plaza de España. Una media hora ha durado la manifestación en la que no se han registrado incidentes, según confirma la Policía Local.