Un cielo nublado ha acompañado la primera jornada de la Feria del Libro de Cuenca, pero por ahora parece que se mantiene a raya la amenaza de lluvia y los profesionales del sector afrontan las primeras horas del evento con calma y confianza en que puede ser un gran año, ya que, como apuntó el pregonero Javier Sierra, mucha gente ha redescubierto el placer de la lectura este último año de pandemia.
En total son veinticuatro casetas las que rodean la fuente de la Plaza de España, incluyendo las de las instituciones. En esta primera jornada algunas casetas todavía remataban detalles de los stands y colocaban los volúmenes para que luzcan lo mejor posible en este escaparate al aire libre. En primera fila suelen estar los que parten como favoritos a superventas de la feria, que suelen coincidir con los autores que vienen a participar a algún encuentro o a firmar ejemplares, como ocurre este año con Luis García Jambrina y Roberto Santiago. Los libros de Carmen Mola, después del premio Planeta, también suelen ocupar un lugar privilegiado.
Los libreros conquenses llegan a esta edición con un arsenal de novedades que van desde Pérez Reverte a Carmen Chaparro, pasando por Ignatius Farray e Iván Redondo. Importante también la oferta de infantil, el público al que más hay que cuidar para ir haciendo cantera. Y la oferta se complementa con los establecimientos especializados en cómic, libros antiguos y de coleccionista, publicaciones de Cuenca, universitarias y del África Negra.
Durante esta primera jornada también se han celebrado los primeros talleres con el público infantil y radios como SER Cuenca han emitido en directo desde la feria para empaparse del ambiente que se disfruta en este evento literario.
Vídeo de la feria en este enlace
Pincha en las fotos para ampliar.