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En unos días se licitará un contrato de 40.000 euros para reponer árboles talados en Cuenca

El concejal de Servicios Públicos, Adrián Martínez, ha querido explicar que todas las actuaciones en el arboladoque se están desarrollando en los últimos días en la capital están avaladas por informes técnicos y contempladas en el plan anual de podas y talas. “No hemos hecho público el informe de cada árbol, pero sí hemos contestado siempre que se nos ha requerido información de alguno”, ha detallado el edil, que además ha adelantado que en unos días se licitará un contrato para reponer árboles talados en Cuenca.

Martínez ha precisado que estos informes son emitidos por profesionales del Servicio de Parque y Jardines con décadas de experiencia, que diariamente reciben numerosas solicitudes de apeo y de poda a las que deben dar respuesta. Así, la mayoría de las actuaciones responde a peticiones ciudadanas que tras su estudio se han estimado como necesarias y en algunos casos incluso urgentes. Es el caso del cedro del camino Cañete, que ocasionaba daños a los edificios colindantes; los pinos del colegio de la Fuente del Oro, que eran demasiado grandes para el desarrollo radicular, además de la plaga de procesionaria que soportan de forma periódica; o los chopos de detrás de la biblioteca Fermín Caballero, que estaban aprisionando un depósito de gas, entre otros ejemplos.

El concejal ha rechazado taxativamente que el Ayuntamiento de Cuenca lleve estas actuaciones “de tapadillo” y ha recordado que en octubre se informó del inicio de un plan de poda y reposición de marras, que es el que se está ejecutando.

En este punto, ha afirmado que las actuaciones sobre el arbolado de la ciudad “no se improvisan” y ha explicado que “están perfectamente justificadas por razones de seguridad, prevención y control siguiendo siempre criterios medioambientales”. Ha apuntado así que, durante muchos años, en el Ayuntamiento de Cuenca el criterio era “no tocar las especies arbóreas y dejarlas crecer libremente. En el entorno urbano esto ha supuesto que tengamos en la ciudad ejemplares con envergaduras descomunales para el lugar donde se encuentran, amén de que son especies que por el sistema radicular (pino), debilidad de su madera (chopos) o envergadura que alcanzan (plataneros) no son adecuadas para la ciudad e implican riesgo para las personas e infraestructuras”, ha explicado el concejal.

Ahora, el Ayuntamiento de Cuenca ha revisado este planteamiento y ha optado por intervenir de acuerdo a un plan previamente definido para adecuar toda esa vegetación al entorno y, en caso de ser necesario, sustituirla.

Plan de reposición de marras

Dicho plan no consiste sólo en apeos, “que es al parecer lo que más llama la atención de la ciudadanía”, sino también en reposiciones. En este sentido, Martínez ha recordado que en agosto se licitó un contrato para el suministro de 489 plantas fundamentalmente para reposición de marras de arbolado por cerca de 40.000 euros que quedó desierto no por cuestiones económicas, sino por problemas de abastecimiento. “Dicho contrato se va a volver a sacar a licitación, modificando las condiciones para hacerlo viable. De esta forma, esperamos que esté adjudicado antes de la finalización de la época de plantación”, ha precisado Martínez.

Finalmente, el concejal ha querido aclarar las dos últimas actuaciones sobre las que varios ciudadanos han mostrado sus dudas a través de las redes sociales municipales. Así, el cedro situado en Camino Cañete “se ha retirado a petición expresa de la Asociación de Vecinos del barrio de La Paz porque ya no cabía en el alcorque, no tenía suficiente sustento, había riesgo de caída y estaba ocasionando daños a un edificio colindante donde los vecinos habían cursado denuncia”. En cuando a los apeos de la calle de la calle Tintes, se ha retirado un chopo y un ailanto; “una es una especie arbórea que no es adecuada para el entorno urbano porque no soporta las podas, sufre muchas patologías, es una especie de rápido crecimiento que alcanza alturas no adecuadas para el entorno urbano y la probabilidad de caída es mayor al ser su madera muy blanda. La otra es una especie alóctona considerada invasora, de difícil erradicación, sobre la que existe una petición desde el colectivo ecologista para su eliminación en la ciudad”.





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