La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) critica la “falta de medidas p”lanteadas por la Consejería de Educación ante el regreso a las aulas el próximo lunes y la actual alta transmisión de coronavirus provocada por la variante ómicron.
Desde el comienzo de la pandemia CSIF ha venido defendiendo la presencialidad en los centros educativos, pero con todas las medidas necesarias para hacer frente a las sucesivas olas y a las posibles variantes que fueran surgiendo.
Después de que el Gobierno y las comunidades autónomas hayan confirmado que la vuelta a clase será presencial, CSIF reclama asegurar los refuerzos Covid, que se han demostrado imprescindibles; la contratación de más docentes para realizar desdobles y reducir las ratios de las aulas; que se vacune con la tercera dosis de forma inmediata a todo el profesorado que no esté vacunado, así como al resto de la comunidad educativa, y que se habiliten purificadores de aire homologados y medidores de CO2 en las aulas para asegurar la correcta ventilación ante la bajada de temperaturas.
Sin embargo, la improvisación continúa instalada en la Administración autonómica. De hecho, y a pesar de los múltiples informes que avalan su uso, la Consejería continúa sin implantar el uso de purificadores homologados y medidores de CO2, elementos indispensables para gestionar la ventilación cruzada en interiores frente a la bajada de temperaturas.
CSIF recuerda que el curso pasado los docentes y alumnos tuvieron que permanecer con ropa de abrigo en las aulas e incluso con mantas. Nuevamente, la Consejería hace dejación de sus funciones y ni siquiera ha proporcionado medidores de CO2 a los centros, una solución tecnológica de bajo coste.
En este sentido, el presidente del Sector de Educación de CSIF Castilla-La Mancha, José Antonio Ranz, señala que la Consejería está “realizando una huida hacia adelante”, ya que el pasado curso fueron las asociaciones de madres y padres de alumnos y los diferentes ayuntamientos los que invirtieron en la compra de purificadores y medidores ante la “pasividad de nuestros gobernantes”.
“Frente al avance de la variante ómicron que ya provocó un aumento considerable de aulas confinadas en la región antes de las vacaciones de Navidad, a pesar de los datos ofrecidos por la Administración autonómica, el regreso a la actividad lectiva presencial se presenta como un desafío ante el que la Consejería de Educación no está preparada”, afirma CSIF.
La nueva variante se propaga con mucha facilidad, y para ello, según CSIF, “es preciso aumentar la seguridad en las aulas (ventilación cruzada, distancia de seguridad, mascarillas, geles, purificadores, medidores…) y acelerar asimismo la vacunación con la administración de la tercera dosis a los docentes, ya que de lo contrario se corre el riesgo de adoptar la educación online en varias semanas para cortar la transmisión”.
“El mejor regalo que podría hacer la Consejería de Educación es ponerse manos a la obra, ya que hasta ahora no está haciendo lo suficiente. Al igual que el curso pasado, la responsabilidad de sacar la educación pública adelante recae de nuevo en los docentes”, concluye Ranz.