La Diputación de Cuenca, con ayuda de los fondos europeos Next Generation, ha disenado tres proyectos pasa mejorar la recogida selectiva de bioresiduos para su posterior aprovechamiento, con una inversión total de un millón de euros.
El presidente de la Diputación, Álvaro Martínez Chana, destaca el impulso que ha recibido su servicio de medio ambiente en el último año, con medidas como el contrato único que aglutina a un gran número de municipios para la recogida de residuos y que ahora sirve para desarrollar estos proyectos pilotos.
El primero de los proyectos tiene que ver con la recogida de aceite usado de cocina, un defvicio que ya se ofrece desde hace más de diez años en Cuenca, que fue una de las provincias pioneras.
Los fondos europeos permitirán renovar casi un 60% de los contenedores, duplicando su capacidad actual. Concretamente, se van a renovar 150 de los 260 que hay en la provincia. Este proyecto tiene un importe de algo más de 250.000 euros.
Los otros dos proyectos tiene que ver con la recogida selectiva de bioresiduos. El “quinto contenedor” comenzará a extenderse por ley en las principales ciudades y la Diputación lanza ahora dos proyectos, el primero en siete municipios de la comarca de la manchuela. Más de 7.300 vecinos van a poder separar la parte orgánica del resto de residuos tal y como se plantea en la Agenda 2030. Estos residuos serán trasladado a Motilla del Palancar o a Tarazona.
Para facilitar esa labor, se van a repartir cubos domésticos entre los ciudadanos de estos municipios y se van a instalar contenedores. Además, se va a repartir merchandising y habra campañas de sensibilización para que la gente sea consciente de cómo hay que separar estos residuos.
El tercer proyecto es ía implantación de compostaje comunitario en 38 municipios de la provincia de Cuenca, con un alcance de población de más de 12.000 personas de pueblos menores de 1.000 habitantes.
Se trata de suministrar a cada uno de estos municipios una serie de composteras. Se establecerán varios contenedores y uno extra para restos de poda, para que se pueda ir generando el compost en esas áreas. Cada área puede producir en torno a ocho toneladas de bioresiduos. Se entregarán a los vecinos cubos. El abono podrá ser utilizado por el ayuntamiento o los propios vecinos para lo que consideren oportuno. El presupuesto es de 516.000 euros.
“Se trata de reducir la huella de carbono y hacer más eficientes nuestros servicios de recogida”, resume estas iniciativas el presidente de la Diputación, que además obser que hay un nicho de mercado en la economía circular.
Las ayudas europeas, que financian el 90% de estas iniciativas, estarán previstas para el mes de junio y Martínez Chana confía en que a finales del año o a principio del año que viene puedan estar funcionando estos proyectos.