Existe una teoría psicológica que no encontrarás en ningún libro de texto. Yo la denominó LA TEORÍA DEL DEPÓSITO DE AGUA DE LLUVIA. Sus orígenes se remontan a la niñez del Psicólogo Clínico Georges W Burns, Dr del Milton H Erickson Instituto of Western Australia. Cuando asistía, cuenta Georges, a la escuela primaria, mis padres compraron una casa en la playa, donde iban a pasar las vacaciones. La primera cosa que hacía mi padre era comprobar el nivel del depósito de agua de lluvia que debía asegurarnos el suministro. Con los nudillos golpeaba las onduladas piezas del depósito a distintas alturas para determinar hasta dónde llegaba el agua. Y después ponía una marca de tiza sobre el depósito para controlar el consumo.
Como niño me fascinaba. ¿ Qué es lo que debía oír mi padre ? ¿ Qué conclusiones sacaba de ese ritual ? ¿ Qué es lo que el depósito le sugería ?.
Mi curiosidad me llevó a repetir la práctica de comprobación nivel de agua, según el golpeo y detectando el sonido diferente del depósito según lleno o vacío, determinando la exactitud y mejorando la marca de tiza.
Este ejercicio era importante puesto que a menos que controláramos nuestro consumo de agua, el depósito se podía llegar a vaciar.
Para asegurarnos de que esto no sucediera, adoptábamos dos medidas. Una preventiva, aprender a controlar y administrar nuestras reservas, y el uso racional. La segunda medida consistía en encontrar métodos para aumentar nuestras reservas, por los factores externos no controlados, como estaciones especialmente calurosas o secas.
A través de esta experiencia aprendí la importancia que tiene CALCULAR Y CONTROLAR NUESTRAS RESERVAS EMOCIONALES, como refleja Georges Burns.
Ahora y más en los momentos históricos convulsos y de numerosos casos de estrés que estamos y que propician y aumentan la necesidad de más profesionales de la Salud Mental, el que suscribe, Juan Romero, psicólogo, y recibiendo noticias, por ejemplo , las cuales muestran los conflictos que hay en demandas entre trabajadores y las empresas donde los juzgados se colapsan de la cantidad de expedientes abiertos…..sustento la teoría de que las personas son, en cierto modo, como depósitos de agua de lluvia emocional. Aunque nuestros sentimientos no son tan limitados como el agua de un depósito, tenemos la facultad de abrir o cerrar el grifo de nuestras emociones. Podemos darnos a los demás, a la familia, a los amigos, al trabajo; sin embargo, si seguimos dando y dando sin reponer nuestras reservas, éstas llega un momento que se agotan….con lo cual debemos aprender a reponer nuestras reservas para cuidarnos a nosotros mismos, disfrutar de las experiencias pasadas y presentes positivas y aprender estrategias de autocuidado, como aprender también de los mentores adecuados.
Probablemente el padre de Georges, se habría reído si hubiera sabido que su firma de actuar podía contribuir a la comprensión de la psicología del ser humano
Él simplemente hacía aquello porque era práctico. Lo hacía porque era algo que se tenía que hacer para asegurar la supervivencia de su familia. Aprendamos a cargar las reservas emocionales positivas.
