Las organizaciones agrarias UPA, ASAJA y COAG y Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha se han reunido con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, encuentro que da continuidad a las reuniones previas mantenidas con otros presidentes de Confederaciones del Tajo, Segura y Guadiana y con el director general del Agua del Ministerio de la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), Teodoro Estrela Monreal.
Al acto han asistido Arturo Serrano, secretario general técnico de Asaja Castilla-La Mancha y Juan Manuel Pozo, vicepresidente de ASAJA Cuenca; José Luis Parreño, de COAG; Julio Bacete, vicepresidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha y Jacinto Tello, y Julián Morcillo, secretario general de UPA CLM.
Desde las organizaciones agrarias se ha explicado a Polo que el Director General del Agua del MITECO, Teodoro Estrela, comunicó la necesidad de mejorar la gobernanza respecto a los contactos entre la Confederaciones Hidrográficas y el sector agroalimentario de Castilla-La Mancha. Por ello, las organizaciones les han trasladado las inquietudes sobre el borrador del plan hidrológico publicado y cuya aprobación definitiva es inminente.
Las organizaciones han mostrado su preocupación ante el nuevo plan, así como las alegaciones y demandas presentadas a la Confederación Hidrográfica del Júcar, cómo el trato discriminatorio hacia Castilla-La Mancha basado en que las mayores reducciones de las dotaciones previstas inicialmente y los mayores recortes de los recursos para riego recaen en la región.
Un sector estratégico con el 18% del PIB
El vicepresidente de Cooperativas-agro Alimentarias, Julio Bacete, ha recordado que el sector agroalimentario siempre ha apostado por el diálogo, pero la situación hidrográfica exige la defensa de sus legítimos intereses hasta las últimas consecuencias. Las políticas en materia de agua deben tener en cuenta a un sector crucial y estratégico, el más importante a nivel económico en la región, con un 18 % del PIB.
Jacinto Tello, técnico de Medio Ambiente de Cooperativas Agro-alimentarias, ha indicado por su parte que el sector agroalimentario les ha transmitido la preocupación por la deriva que está tomando la política del agua en España. “Castilla-La Mancha también se tiene que tener en cuenta y entendemos que son profundamente injustos algunos mensajes que se difunden a la sociedad sobre la actividad agroalimentaria”, ha indicado.
Por su parte, Julián Morcillo ha indicado que hubiera sido deseable esta reunión de manera previa antes de su paso por el Consejo General del Agua, aunque se ha celebrado en la Demarcación; y quedan pasos pendientes, “hay cierto margen de maniobra”. Morcillo ha hecho mención al plan del Tajo y las sentencias pendientes para ver si cumple con la normativa europea. Hay una sentencia que indica que la demarcación del Júcar lo es de manera provisional; mientras que en el plan de Cuenca no se menciona. Lo que podría condicionar a algunos de los aspectos concretos del Plan. “Se atiende con recursos de una cuenca, la del Segura, y se derivan a otra; lo que para Castilla-La Mancha no es problema, siempre y cuando se atendieran las necesidades y demandas legales de la cuenca”, algo que no se cumple con los regadíos de la Mancha Oriental.
Por otro lado, ha explicado que los caudales ecológicos, con los que las OPA`s y Cooperativas no van en contra, no se han concertado con los regantes, sino que se han impuesto.
En este sentido, ha ampliado Arturo Serrano, secretario general técnico de Asaja Castilla-La Mancha, ha echado de menos más planificación en la concertación de caudales ecológicos a la que se refiere la Directiva Marco del Agua. Asimismo, ha explicado que no se están pidiendo más dotaciones de las que recogía el plan aprobado en el año 2016, sino el mantenimiento de las mismas y la oportunidad de que éstas sean utilizadas.
Todo ello mientras se mantiene el convenio de Alarcón, se incluye el plan especial de la Albufera; o se elimina el acuerdo de 2014 aprobado entre ministerio y JCCM publicado en el BOE para una sustitución que debería estar terminada en 2018. De una reserva de 100 pasa a una de 35 Hm3. Cuestiones en las que ha ahondado Juan Manuel Pozo, de ASAJA.
Finalmente, desde COAG, José Luis Parreño ha recalcado la importancia de esta cuenca en provincias como la de Cuenca y su necesidad de defender el agua en el sector para reducir la despoblación, sino para mantener las explotaciones familiares.
Las organizaciones agrarias y Cooperativas han indicado por último que este Plan Hidrológico supone una reducción significativa en la cabecera para mantener los usos tradicionales en toda la extensión de la comunidad valenciana. Los caudales ecológicos deben de existir, pero la presión para conseguirlos no debería recaer exclusivamente en la parte alta de la cuenca.
Finalmente, Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, ha indicado que hay que ajustar las demandas a los recursos disponibles, ha solicitado prudencia y coherencia a la hora de los usos del agua.