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Txema Fernández insta al Gobierno regional a “trabajar en un exhaustivo y negociado Plan de Sequía” para tratar de atajar los riesgos del cambio climático

La realidad hídrica del cambio climático es ya un problema que afecta al modelo de desarrollo agrícola y ganadero en Castilla-La Mancha, por ello considera Txema Fernández, que “debería ser la Consejería de  Desarrollo Sostenible la responsable de  acometer políticas que garanticen una lucha eficaz y efectiva contra un problema ambiental tan acuciante como real”.

Ante ello, Izquierda Unida Castilla-La Mancha insta al Gobierno regional “a trabajar en un exhaustivo y negociado Plan de Sequía que dicte la prioridad del abastecimiento en los momentos de sequía extrema, así como potenciar -incluso en los momentos de bonanza hídrica- los regadíos sostenibles y sociales, en vez de los proyectos de regadíos insostenibles intensivos”.

El responsable regional de Política Institucional de Izquierda Unida se ha referido al estudio, publicado por GOAG, que vaticina que el aumento de la temperatura en 1,5° causará la pérdida de importantes zonas de cultivo de alta calidad en la región, debido tanto a los fenómenos meteorológicos extremos como al efecto de la evaporación del agua y por el bajo aporte hídrico natural en los cultivos. En este caso, además, ese bajo aporte de lluvia traería menor aporte de regadíos de forma artificial, ya que faltaría agua para ese abastecimiento.

En este sentido, Izquierda Unida Castilla-La Mancha advierte que las administraciones tienen “un importante reto al que enfrentarse en el presente para garantizar el futuro”, razón por la que “el centro debería estar en la gestión de las masas de agua de la región para garantizar el aporte hídrico necesario para el abastecimiento a las personas, así como para asegurar el riego para la agricultura y la ganadería”.

“Y la Consejería en vez de buscar soluciones se limita a recomendar seguros con entidades privadas”

A pesar de ello, lamenta Txema Fernández, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de la Junta “prefiere recomendar a los agricultores y ganaderos firmar un seguro, con entidades privadas, para garantizar que en caso de el aumento de los periodos de sequía extrema tengan garantizado el cobro de la misma a quien haya podido pagar ese seguro privado”.

Las soluciones a los riesgos del cambio climático, en opinión del responsable regional de Política Institucional de Izquierda Unida “no deberían centrarse en garantizar la viabilidad de las empresas aseguradoras, sino en garantizar políticas hídricas que aseguren el buen estado de las masas de agua de la región”. Lo que contradice la opción de “vender las masas que se encuentran en peor situación trófica a empresas eléctricas”.

Las propuestas que Izquierda Unida de Castilla-La Mancha lleva años planteando fijan “el agua como un derecho humano fundamental que debe ser cuidado, protegido y mantenido en condiciones óptimas para el abastecimiento humano y el abastecimiento racional de la industria agrícola y ganadera, como los regadíos sociales”. Sin embargo, aprecia Txema Fernández, “la respuesta del Gobierno regional a la crisis climática, provocada por la ganadería y agricultura intensiva, pasa por soluciones individuales, en las que cada uno se asegure su producción, sin atender al beneficio social de tener el agua como un derecho humano fundamental”. Por todo ello, Izquierda Unida Castilla-La Mancha exige al Gobierno regional “que actualice y ponga en marcha los Planes de Sequía negociados de la forma más amplia posible; que inicie el proceso de mejora de las aguas para que no sean ocupadas, por su mal estado, por placas solares flotantes; y que garantice una política agrícola y ganadera sostenible y social frente a los grandes proyectos de acumulación de riqueza empresarial”.