Gervasio Martínez-Villaseñor, fallecido este martes a los 84 años de edad, fue uno de los políticos que más tiempo representó a la provincia de Cuenca en las Cortes Generales, tanto en el Congreso como el Senado. Lo hizo desde el cambio de régimen al cambio de siglo y además de ser testigo de la infancia y adolescencia del actual sistema democrático, contribuyó a la gestación de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.
A Gervasio Martínez-Villaseñor se le reprochó en ocasiones la etiqueta de político ligado a la Dictadura. El socialista Hernández Moltó le definía en 1993 en el Diario Lanza como “una cara de 1977, un azulito de Martín Villa que debe aburrir hasta a las ovejas”. Es cierto que sus inicios políticos estuvieron ligados principalmente al sindicato vertical y llegó a dirigir la Obra Sindical de Educación y Descanso, pero tras la muerte de Franco se alineó con las posiciones centristas. Adolfo Suárez impulsó su carrera política tras nombrarle en 1976 gobernador civil de Pontevedra. Un año después sería el primer cabeza de lista de UCD en la provincia de Cuenca, comenzando una carrera de parlamentario que se extendió durante casi un cuarto de siglo.
Martínez-Villaseñor aparece en la foto de dos momentos importantes de la historia reciente. Fue uno de los cuatro diputados conquenses que formaron parte de la Legislatura Constituyente, en la que, entre otras responsabilidades, fue vocal de la comisión creada para abordar los problemas del Trasvase Tajo-Segura.
Más adelante, en 1981, fue uno de los políticos que se reunió en Alarcón para redactar el primer Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha (…)
FOTO: PARTIDO POPULAR DE CUENCA
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