El pasado viernes quedó registrado en la Delegación provincial de Empleo de Cuenca la solicitud formal para que el Jurado Arbitral Laboral convoque a las partes implicadas, organizaciones sindicales y empresariales, y se exponga la situación de las negociaciones del convenio del transporte por carretera de viajeros urbanos e interurbanos, que según UGT y CCOO que han tomado esta decisión tras consultar a trabajadores y trabajadoras afectadas.
Unas negociaciones que según el portavoz de UGT en la Mesa negociadora, Jesús Salvador Saiz Saiz, y el responsable del Sector de Carretera de CCOO, Angel Luis Castellano Bobillo, “no han avanzado prácticamente nada” después de cuatro reuniones en el año 2021, pues durante el año 2020, a pesar de haberse constituido la mesa negociadora a finales de enero, no se celebró ninguna reunión ni contacto entre las partes.
La parte social hizo entrega al inicio de estas negociaciones “de una plataforma que recogía una serie de reivindicaciones y mejoras, laborales y salariales, respecto al convenio colectivo previo, vigente hasta que no se firme un nuevo convenio, y la parte empresarial solo aceptó entrar a valorar la vigencia del mismo y la subida salarial”.
Una subida salarial que ya no se aplicaría en el año 2020, y que ha tenido propuestas y contrapropuestas en estas cuatro reuniones, no aceptando la parte empresarial que dicha subida estuviera vinculada al Índice de Precios al Consumo (IPC) a partir del año 2022, con unos mínimos, como planteaba la parte social. Los negociadores sindicales en la última reunión hicieron una propuesta de subida salarial (1% para 2021 y un 2% para 2022) que consideraron “líneas rojas” y que tampoco consiguió que la parte empresarial se moviese de su propuesta del 0.8% para 2021 y 1,5% para 2022.
En todo momento en las negociaciones ha estado presente la difícil situación del sector de viajeros, reconociendo los portavoces de UGT y CCOO que “las consecuencias de la crisis por la pandemia del covid-19 ha afectado mucho a las empresas que sufrieron prácticamente una total paralización en muchos meses del año pasado, pero que con el inicio del curso escolar, y sobre todo con las expectativas de recuperación económica y de actividad por ejemplo en viajes del Imserso, o las cada vez más numerosos eventos sociales o particulares, hace que la luz al final del túnel cada vez sea más nítida y cercana”.
“Pero los trabajadores y trabajadoras a los que afecta y vincula este convenio, algo más de 350 en la provincia de Cuenca, también han sufrido el golpe de la crisis, incluso todavía hay trabajadores incluidos en “ertes” desde marzo del año 2020. Por eso consideramos injusto que por la vía de no aplicar subidas salariales lógicas, los trabajadores pierdan más y más poder adquisitivo. El gasoil, la luz, los servicios básicos, suben para todos, no sólo para los empresarios”, apuntaron los portavoces de UGT y CCOO.
Es por lo que, desde UGT y CCOO han considerado conveniente acudir al Jurado Arbitral “para intentar alcanzar un acuerdo digno y acorde con los intereses de las dos partes, y si no vamos a tener que convocar movilizaciones y huelga en el sector de viajeros de la provincia de Cuenca”, han expresado finalmente Saiz y Bobillo en nombre de sus respectivas organizaciones y del conjunto de los trabajadores y trabajadoras afectados.
