El caudal del río Júcar ha alcanzado los 294 m3/s tras las lluvias caídas en la ciudad de Cuenca, más de diez veces de lo habitual, según los datos del Sistema de Información de la Confederación Hidrográfica, y todavía mantienen varias invidencias en la ciudad.
El Ayuntamiento informa de una gran balsa de agua que ha obligado a cortar el camino de San Isidro y permanecen cerrados los accesos al río. Por el estado de la ciudad se puede circular con normalidad gracias al trabajo de los servicios municipales, que se afanan en retirar barro y piedras arrastrados por la lluvia.
Durante la jornada del martes cayeron en la capital cerca de 50 litros por metro cuadrado, sin embargo las lluvias que se produjeron en la Serranía de Cuenca fueron más altas, llegando incluso a ser necesario desembalsar agua de La Toba, lo que ha provocado este aumento de caudal.
En la ciudad de Cuenca, el Servicio Municipal de Bomberos ha realizado unas 15 intervenciones, motivadas por la formación de balsas de agua, colapso de sumideros, caída de árboles, desprendimientos de rocas y arrastres de tierra, etc. También la Policía Local y los Agentes de Movilidad se vieron en la necesidad de cortar varias calles en momentos puntuales, como el puente de la calle Orégano, la carretera de Palomera a la altura del Teatro Auditorio o el Camino de San Isidro. Otras incidencias se dieron en el polígono Cuberg; la calle Francisco Suay, donde se han producido arrastres de tierra; Parque del Huécar, etc.
Desde el canal de avisos del Ayuntamiento de Cuenca en Twitter recomiendan no caminar cerca de zonas arboladas por precaución.
La lluvia podría volver a hacer acto de presencia en Cuenca a lo largo de la tarde, pero la Agencia Estatal de Meteorología ha desactivado la alerta amarilla en la Serranía de Cuenca, por lo que el Ayuntamiento de Cuenca permanecerá vigilante al caudal de agua que circula por el río Júcar.