Hay lugares que se explican con un único relato y localidades, como Villanueva de la Jara, que tienen el privilegio de poder mostrarse al visitante desde diferentes perspectivas, para que sea él quién elija su mirada favorita.
Para empezar, el turista puede acercarse a Villanueva de la Jara para conocer su patrimonio, con una arquitectura que ofrece testimonio de la rica herencia histórica de este pueblo de la Manchuela conquense. Quizás la joya de la corona sea la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, construida en el siglo XVI y declarada Monumento Nacional en 1982.
Se trata de un imponente edificio de estilo gótico tardío que se encuentra entre los más bellos ejemplares de la arquitectura religiosa de la provincia. En su interior alberga magníficas obras de arte, entre las que podemos citar el Retablo Mayor, una pieza barroca llena de hipnóticos detalles; y varias de sus capillas, como la del Rosario, de planta de cruz griega y cubierta por una cúpula decorada con elementos vegetales y de animales; o la capilla del Pilar, con otro retablo del siglo XVI.
Por otro lado, al visitante le agradará la elegancia de la Plaza Mayor, configurada también durante el siglo XVI y dotada con casa nobles como Villa Enriqueta y edificios renacentistas de gran interés, como el Ayuntamiento y la Posada Massó, ambos declarados de Interés Cultural. La Posada Massó, antiguo albergue de arrieros y caballerizas, alberga hoy la Oficina de Turismo, punto de encuentro de las visitas guiadas que se organizan en la localidad.
Escudos y blasones ornamentan varias fachadas en las calles de Villanueva de la Jara, una ciudad para admirar de día y de noche, cuando sus monumentos se iluminan para seguir mostrando su encanto a los visitantes durante esos paseos nocturnos que sirven para poner el broche de oro a la mejor velada.
Por otro lado, en las afueras de la villa se encuentra el Rollo de Justicia, un monumento con un alto valor simbólico para los jareños. Este monolito de 3,5 metros de altura fue un regalo de Los Reyes Católicos y representa la autonomía jurídica y la independencia otorgada a Villanueva de la Jara.
En las proximidades del Rollo de Justicia se encuentra el parque del río Valdemembra, uno de los variados enclaves naturales que esperan en Villanueva de La Jara al visitante que huye del trasiego urbano. Otro que podemos citar es el paraje de San Benito, situado en la pedanía del mismo nombre y bañado por el río Júcar.
Villanueva de la Jara también se puede conocer a través de la mirada de Santa Teresa de Jesús. La santa llegó a la localidad conquense en 1580 y fue recibida con una ceremonia litúrgica que tuvo lugar en la Basílica de la Asunción. Durante su estancia fundó el convento de Santa Ana, donde está enterrada una de las compañeras de la religiosa, Ana de San Agustín.
Además, Teresa de Jesús también fue clave para la llegada a La Jara de los carmelitas, que fundaron el convento que hoy alberga la imagen gótica de la Virgen de las Nieves, patrona de la villa, a la que el pueblo dedica sus fiestas del mes de agosto.
Villanueva de la Jara forma parte del grupo de ciudades teresianas de España, unidas desde el año 2015 bajo la denominación ‘Huellas de Teresa’ con el propósito de diseñar rutas por el país marcadas por el legado de la santa andariega. Ese mismo año los carmelitas abrieron en Villanueva de la Jara el Centro Teresiano de Interpretación de Las Moradas.
Hay una tercera manera de mirar Villanueva de la Jara que consiste en acercarse a sus oficios y costumbres. Desde el municipio se promueven visitas guiadas que invitan al visitante a conocer el cultivo del champiñón. En la década de los sesenta, La Jara se convirtió en la primera localidad de España que se dedicó profesionalmente al desarrollo de este hongo. Los turistas que lo deseen tendrán la oportunidad de acercarse a una champiñonera familiar para observar los paquetes de champiñón en todas las fases de cultivo, su proceso productivo, la elaboración del compost y su posterior reciclaje. Se trata de una experiencia educativa y original que sorprenderá a los visitantes más curiosos.
Villanueva de la Jara es también tierra de buenos vinos, elaborados en las bodegas de la localidad y en la pedanía de Casas de Santa Cruz. El municipio forma parte de la Ruta del Vino de la Manchuela, creada para impulsar el enoturismo en la comarca ofreciendo al visitante experiencias gastronómicas, catas, visitas a instalaciones vitivinícolas y viñedos…
Y como tenemos tantas perspectivas desde las que mirar a Villanueva de la Jara, será necesario que nos reservemos varios días para conocerla a fondo. Para facilitar nuestra estancia, la localidad cuenta con casas rurales, algunas de ellas enclavadas en espacios naturales de gran belleza, y con suculenta oferta gastronómica en la que tienen protagonismo platos como el ajo arriero, el cordero y, naturalmente, el champiñón y las setas.
Con su variada oferta hostelera, el valor histórico que atesoran sus calles y su entorno natural, Villanueva de la Jara es un completo destino de turismo interior y, si la observamos con mirada cinematográfica, descubriremos que el pueblo y sus pedanías son, además, un escenario de película.
ESTE ARTÍCULO FORMA PARTE DEL ESPECIAL DE TURISMO DE ENCIENDE CUENCA ELABORADO CON MOTIVO DE LA CELEBRACIÓN DE FITUR 2023. PUEDES LEER TODOS LOS ARTÍCULOS EN NUESTRA REVISTA DIGITAL EN FLIPBOARD.
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