Estival Cuenca programó una gran velada de piano con el conquense Eduardo Fernández y el andaluz Dorantes. Altísima calidad de ambos conciertos, el primero dedicado especialmente a la composición española y el segundo un desparrame de talento del sevillano, que en uno de los momentos más emotivos del concierto estuvo acompañada de una niña conquense, Liria, que cantó Orobroy.