Los creadores de Bellator Mario Ortega y Beatriz López están convencidos que hace 2000 años, en Cuenca, se bebía hidromiel, por lo que, sirviéndose de una tradición familiar apícola, han decidido rescatar y elevar a calidad de producto gastronómico la que nos han descrito como ¨la bebida alcohólica fermentada más antigua de la humanidad¨. Esta joven empresa que controla con mimo cada uno de los pasos para la creación del hidromiel, desde el panal hasta el embotellado de la forma más natural posible.
Entendiendo lo poco común que es este producto para el consumidor medio, cabe introducirlo un poco. Mario resalta que el hidromiel es un producto análogo al vino, se crea un mosto con agua y miel para luego dejar fermentar. Esto, unido a que ha sido una bebida poco conocida y reservada en sectores culturales más alternativos, hace que en muchas ocasiones sea confundida con el vino, por lo que considera de gran importancia la pedagogía y la formación del personal de sala encargado de servir el producto en los locales que actualmente distribuyen. Entre estos locales se encuentran la Posada San José, el Kadón, el Café Hispano, el restaurante Natura ubicado en el Museo Paleontológico, el Torreón y tiendas como La Verdeja y la tienda de Emilio Castillo bajo la Catedral.
El producto de Bellator también está presente en la alta cocina, ya que el famoso restaurante Casas Colgadas cuenta con un plato basado en flores para el que esta empresa desarrolló un hidromiel especial.
Bellator también cuenta con una página web donde están disponibles para envío las cuatro variedades que actualmente produce esta empresa. Desde Bellator describen sus productos ¨de manera cronológica¨. El primero es Bellator seco, el que consideran más cercano históricamente al que se consumía en la Cuenca de hace 2000 años. Una mezcla de miel y agua fermentada sin prácticamente azúcar que acerca mucho su sabor al de un vino seco.
El segundo producto es Saturnalia, que a diferencia del anterior está endulzado. Para esto parten de un hidromiel normal y le añaden más miel, limón, naranja y más especias como la canela o el clavo. Beatriz describió este hidromiel como ¨muy parecido a los vinos que se toman en los Países Bajos en Navidad¨, un sabor que seguro transportará al consumidor a estas fechas invernales.
Siguiendo con su gama de productos encontramos CROCVM. Este es un hidromiel que como bien dijo Mario ¨es típicamente conquense, el agua representa a la sierra, la miel a La Alcarria y el azafrán a La Mancha¨. Un producto completamente local que destaca por tener un color dorado brillante y un profundo aroma a azafrán equilibrado en sabor por la miel.
Por último la empresa se desligó de la tradición creando un hidromiel espumoso que recuerda a un cava seco, LEVE, miel en estado gaseoso que cuenta con una segunda fermentación en botella sin pasteurizaciones.
En definitiva Bellator es una empresa a tener en cuenta, viene a proporcionar un producto que va a sorprender a un cliente hostelero cada vez más exigente. Busca innovar dentro de la tradición, ayudando a construir una Cuenca como Ciudad Gastronómica que consiga el satisfecho aprobado de el mayor abanico de clientes posible.
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