Cuenta Manuel Fontán, director del Museo de Arte Abstracto, que cuando Luis Martínez Muro se enteró de que se estaba creando en las Casas Colgadas “un espacio de libertad hecho por artistas” le pareció una iniciativa tan importante como para cambiar Londres por Cuenca. El toledano es hoy uno de los artistas de la colección permanente de la Fundación Juan March y desde este martes protagoniza la exposición Contranatura en las salas C y D del museo conquense.
Muro muestra Contranatura por primera vez en 1973. Fontán explica que es lo que hoy conocemos con un Libro de Artista con 27 diapositivas y sendos textos del propio Muro y de su amigo Ernesto Ballesteros. Las imágenes que se proyectan fueron captadas durante sus paseos artísticos por el paraje conquense de Tierra Muerta y permiten situar al toledano como uno de los pioneros del llamado land art, que supone la incorporación de la naturaleza al arte contemporáneo.
“Hasta la década de los sesenta el arte estaba confinado en las galerías y los museos, hasta que comenzó este movimiento artístico de intervenciones en la naturaleza del que formó parte Luis Muro, pero también otros como Robert Smithson o Richard Long”, explica Fontán, que califica a Luis Muro como un artista “secreto y pionero”.
Muro emplea en estas obras creadas en Tierra Muerta espacios como las concavidades de la roca y las huellas de la erosión y materiales como huesos, raíces, tocones de árboles, piedras, líquenes, excrementos de oveja… Es un arte natural y efímero. Muro defiende que, si consideramos a la naturaleza como la patria o ambiente propio de los seres vivos, el hombre es un animal en el exilio, “porque a diferencia del resto de los animales que funcionan con el famoso circuito estímulo-respuesta, a impulsos como el hambre o los cambios de tiempo, al final en el hombre ese circuito está interrumpido por la libertad”, apunta Fontán.
El director del Museo de Arte Abstracto añade que lo que hace Muro es también similar a las experiencias de los artistas del norte de Europa a principios del siglo XIX: transformar la naturaleza en paisaje, “mirarla no como una amenaza que puede matarte ni como una fuente de sustento, sino como una obra de arte”.
Contranatura muestra esa naturaleza manipulada por las manos del artista. “Creo necesario recuperar ciertas condicines existenciales que hemos perdido al separarnos de la naturaleza, pero esta recuperación no vendrá solo por la contemplación. Será totalmente necesario un acto de agresión amorosa”, alegael artista.
La exposición de Luis Muro en el Museo de Arte Abstracto, la última que el centro artístico inaugura en este 2023, se completa con cinco trabajos artísticos, dos de ellos inéditos hasta el momento y relacionados también con la naturaleza. En Ratón de Campo se observa la evolución de los surcos que crean estos animales en el terreno cuando se mueven por la noche a partir de los obstáculos que se le van poniendo; en Bullshit art juega con la idea del “no arte” en imágenes de excrementos que evocan rostros; en La Tierra me mira hay otro ejercicio de antropomorfismo en elementos naturales como una roca o un tocón de un árbol; Frío Poema consiste en mensajes escritos con piedras y palos y en La Casa que me gustaría tener vemos al propio Muro fantaseando con encontrar su hogar en la naturaleza.
Contranatura podrá visitarse hasta el próximo 14 de enero.
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